A través de la discusión por parte de todos los sectores de la Ley de Educación Universitaria (LEU) se debe garantizar que las instituciones académicas estén al servicio del pueblo y a la altura de las necesidades de la población, y no como lo establecía la anterior reglamentación de los años 70, que sólo respondía al interés de un grupo en particular.
Así lo afirmó este lunes el secretario de asuntos nacionales de la Federación de Centros Universitarios de la Universidad Central de Venezuela (UCV), Kevin Ávila, durante su participación en el programa Entre Periodistas transmitido por el canal privado Televen.
“En la Ley vetada hay cosas que son salvables y que son bandera del movimiento estudiantil revolucionario, entre ellas la incorporación de la universidad al modelo de desarrollo económico del país. No puede ser que la UCV esté aislada de las necesidades reales de los venezolanos”, agregó Ávila.
Indicó que a diferencia de la antigua Ley de Universidades (de 1970), en la actualidad se está ante la posibilidad de debatir una normativa que garantice la participación ciudadana, “sin ningún tipo de represión, porque la revolución así lo garantiza”.
Destacó que desde el seno del movimiento estudiantil revolucionario siempre se mantuvo una discusión abierta ante esta normativa, donde tuvieron cabida todos los grupos que integran esta casa de estudios.
“Hubo un movimiento estudiantil revolucionario en las calles discutiendo, debatiendo la Ley, creyendo en la necesidad de un nuevo reglamento. Pero por otro lado hubo una federación de centros y unas autoridades universitarias apagadas que se fueron una semana antes, que la revolución entregara su proyecto de ley, para entregar la suya que nunca se conoció”, subrayó.
Ávila resaltó que los estudiantes de derecha, representados por la rectora Cecilia García Arocha, y el presidente de la FCU, Diego Scharifker, aún están cerrados al debate con los estudiantes universitarios.
“El consenso no es viable a través de los debates que se están dando dentro de la universidad, puesto que éstos son estériles ya que escuchan una sola voz. Nunca dejan participar a los que pensamos de forma distinta y es un debate que no trasciende los muros de la universidad”, dijo.
“No podemos quedarnos en el discurso simplista y básico. Nosotros tenemos una autonomía más democrática, de igualdad de condiciones y donde participan todos los sectores que hacen vida dentro de la universidad”, sostuvo.