viernes, 15 de noviembre de 2013

Carta de Representante Profesoral al Consejo Académico UTP.


Srs.
Consejo Académico UTP
Atte. Rector LUIS ENRIQUE ARANGO JIMÉNEZ
Presidente
La Universidad.

Cordial saludo.

Por encontrarnos fuera del país, tanto yo quien ejerzo como titular una de las representaciones del profesorado en dicho organismo, como el Dr. Juan Carlos Burbano, a quien le correspondía ejercer la representación mientras duraba la licencia que solicité de la representación durante mi ausencia, mediante comunicación enviada al Sr. Secretario General, no participaremos de la reunión convocada para el día 12 de noviembre, a partir de las 2 de la tarde y que tiene como punto único "SITUACION DE LA UNIVERSIDAD".



En la reunión del Consejo Académico llevada a cabo en el Eco Hotel la Casona, el 11 de octubre, convocado para tomar la decisión de proponer al Consejo Superior la cancelación selectiva del semestre, no sólo votamos en contra de esa alternativa, sino que presentamos la proposición de "hacer un llamado al Consejo Superior y al movimiento estudiantil a buscar escenarios de discusión tendientes a encontrar fórmulas que permitan restablecer la normalidad académica", la cual fue negada por amplia mayoría.

También en esta ocasión, insistimos en la necesidad que la Universidad aborde el análisis de un conjunto de situaciones que, a nuestro modo de ver, han hecho crisis y se expresan mediante diversas manifestaciones, una de ellas, el paro adelantado por los estudiantes, desde hace ya 8 semanas.

En dicha ocasión, la administración propuso la aprobación de un pronunciamiento en defensa de "la institucionalidad", de la Universidad. Cuando pedí claridad sobre el significado de tal propuesta, decidieron cambiarla por una de "apoyo a la gestión del Rector". Aclarado el significado de la presunta "institucionalidad", mi voto fue en contra, siendo consecuente con la posición de rechazo que hemos tenido frente a las ejecutorias de la administración en múltiples temas, incluida aquella de promover, de manera ilegal y abusando de la "autonomía universitaria", la ampliación de la edad de retiro forzoso del rector para, de esa manera, poder prolongar su permanencia en la dirección universitaria, contrario al parecer de la comunidad de estudiantes, profesores y trabajadores.

Lejos de resolver el conflicto, tan errática decisión ha contribuido a la desinstitucionalización de la UTP, cuyo semestre académico ha quedado reducido a un porcentaje de sus asignaturas restablecidas en condiciones precarias, en términos cuantitativos y cualitativos, de sus improvisados escenarios de aprendizaje y estrategias didácticas, que en muchos de los casos no alcanzan a ser ni una mala caricatura de los regulares.

Una vez más, los docentes contratados bajo la modalidad precaria de "hora cátedra" son indignamente utilizados como mascarón de proa, por la dirección universitaria, para confrontar al movimiento estudiantil.

Como aspecto positivo de la coyuntura actual podría señalarse el interés despertado entre sectores de la sociedad sobre lo que sucede en la UTP, y la ejecución de acciones, desde perspectivas diferentes, para mediar en el conflicto y buscar soluciones plausibles. Al mismo tiempo, mediante declaraciones abiertas de los profesores proclives a la administración del sindicato patronal de reciente constitución ASDO UTP, muchos de cuyos gestores hoy se encuentran comprometidos en los hechos de corrupción denunciados por ASPU, y acciones encubiertas tras la publicación de anónimos en los que, lejos de responder a las sindicaciones soportadas en indicios y pruebas documentales, denigran y difaman de ASPU, sus dirigentes y críticos de la administración, rematando con amenazas.

Insisto en la necesidad de abordar el estudio de temas críticos mediante espacios de discusión en procura de encontrar soluciones adecuadas; en el imperativo de buscar fórmulas que unan y no que dividan y enfrenten a estudiantes y profesores; en la urgencia de conseguir soluciones que no signifiquen la aplicación de medidas de represión académica contra quienes ejercen el derecho a la protesta; en garantizar el desarrollo de procesos de verificación de las denuncias presentadas contra directivos académicos involucrados en anomalías graves, entre quienes se encuentran el Vice Rector Académico, varios directores de programa y departamento, así como quien detenta la otra representación en ese Consejo, sorprendido en acciones de plagio para conseguir reconocimiento de puntos salariales y favorecer a su esposa en el proceso de concurso docente.

En una organización respetuosa de la institucionalidad, ya se habrían conocido renuncias de quienes han abusado de sus relaciones con el poder establecido y procedido de manera dolosa en beneficio propio, en lugar de estar detentando dichos cargos como si nada ocurriera.

Atentamente,
Prof. Gonzalo Arango Jiménez

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