Un ciudadano mexicano que colaboró con los organismos de inteligencia colombianos en su país, declaró ante un organismo internacional que el profesor Miguel Angel Beltrán, de la Universidad Nacional de Colombia, capturado hace dos años en México y que está encarcelado en Bogotá bajo acusaciones de rebelión, realmente no pertenece a las FARC.
Según reveló Noticias Uno en su emisión del domingo en la noche, el testigo afirmó hace dos semanas ante la oficina de Alto Comisionado para los Derechos Humanos de Naciones Unidas en México que el colombiano Miguel Ángel Beltrán no es integrante del Frente Internacional de ese grupo insurgente.
Pese a que eso fue lo que le informó en su momento al Departamento Administrativo de Seguridad (DAS), cuerpo de seguridad para el que trabajaba, el extranjero -cuyo nombre se mantiene en reserva – se le respondió que “Beltrán era uno de los mayores trofeos del gobierno de Colombia y México”.
El informativo aseguró que el testigo se preparó en la Escuela Superior de Guerra de Bogotá y trabajó, según su declaración, bajo las órdenes del excoordinador de operaciones del DAS, Fabio Duarte Traslaviña, quien actualmente está detenido.
El mexicano afirmó en su declaración que le hizo seguimiento durante varias semanas a Beltrán, así como también a la exsenadora Piedad Córdoba.
“Es cierto, actividades de inteligencia a favor del DAS… pagada por el DAS en contra de la señora senadora Piedad Córdoba… Además el DAS pagó 20 millones por la factura, y alrededor de 120 millones por los demás trabajos realizados por mi persona alrededor del DAS”, se escucha en uno de los apartes de la declaración emitida.
Según el noticiero, el testigo será tenido en cuenta en los juicios que adelantan por el escándalo de las interceptaciones ilegales del DAS.
* Con información de Semana
MIGEL ANGEL BELTRAN: SU VIDA ACADÉMICA Y SU DETENCIÓN
Tomado de: Periódico Desde Abajo[1]
Miguel Ángel Beltrán Villegas nació en Bogotá (Colombia) el 11 de mayo de 1964. Se graduó en la licenciatura en Ciencias de la Educación con especialidad en Ciencias Sociales de la Universidad Distrital en 1987, y en Sociología en la Universidad Nacional de Colombia en 1991.
Realizó cursos en la maestría en Historia en la Universidad Nacional de Colombia, fue becario en la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO) graduándose como Maestro en Ciencias Sociales en 1994, posteriormente realizó cursos en el doctorado en Historia en la Universidad Iberoamericana y el doctorado en Estudios Latinoamericanos en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México, donde se graduó con la tesis “El Movimiento de Liberación Nacional (MLN) en México: Vicisitudes de un camino hacia la unidad (1961-1967)”, con la cual obtuvo mención honorífica en el año 2001. El Dr. Beltrán estaba realizando desde junio de 2008 una estancia Posdoctoral en el Centro de Estudios Latinoamericanos -CELA-, de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM); con un proyecto de investigación sobre la sucesión presidencial en México, en el período 1933-1934.
Asimismo fue docente en las universidades del Cauca y Antioquia, y actualmente es profesor asociado de tiempo completo de la Universidad Nacional de Colombia. Es coordinador del área de teorías sociológicas y del grupo de investigación de la misma universidad; “América Latina: transformaciones, dinámicas políticas y pensamiento social”, e igualmente participó del grupo de investigación de la Universidad Antioquia; “Cultura, política y desarrollo social”, avalado por Colciencias, organismo que ejecuta las políticas de Investigación en Ciencia y Tecnología. Las preocupaciones académicas de Miguel Ángel se reflejan en muchos artículos publicados en revistas nacionales e internacionales, entre las que se destacan: Revista Colombiana de Sociología, Contrahistorias, Memoria y Civilización, Anuario Latinoamericano, Le Monde Diplomatique, Wifala e Historia de Colombia, todas ellas reconocidas dentro del medio académico internacional. En dichos artículos se analiza la teoría y los debates sociológicos contemporáneos, el conflicto social y la sociología y la historia política de Colombia y América Latina. Entre sus publicaciones recientes se encuentran: “México: Revolución, Hegemonía Priísta y ¿Transición?” (2007) publicado por la Universidad Distrital en el texto ¿Hacia dónde va América Latina?; y en coautoría la investigación sobre la historia de la sociología en Colombia, de cuyo desarrollo fue publicado el artículo: “Los inicios de la Sociología en el País (1850-1950)” (2007) en la Revista UNAULA, Medellín.
El profesor Dr. Beltrán Villegas, obtuvo la “Distinción a la Excelencia Docente” en la Universidad de Antioquía (2002). Su ejercicio docente e investigativo ha sido marcado por la disciplina, el rigor, la exigencia académica y el pensamiento crítico, por tanto, acusarlo de terrorista, guerrillero e intelectual de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) es una afirmación que carece de fundamento. Asimismo, ha sido profesor de diversas asignaturas en el área de la sociología y la historia de diferentes generaciones de investigadores, quienes tienen del profesor Beltrán un referente académico.
Al Dr. Beltrán le han sido imputados varios cargos sin que existan pruebas, ya que es de conocimiento público que el supuesto computador del comandante guerrillero Raúl Reyes no constituye prueba alguna, sin embargo, sigue siendo instrumento de persecución de quienes disienten o puedan disentir de la política de guerra del gobierno de Álvaro Uribe Vélez.
En todo Estado social de derecho orientado por la garantía y el respeto de los derechos ciudadanos, se parte de la presunción de inocencia, pues se es inocente hasta que se demuestre lo contrario, sin embargo, bajo la política de seguridad democrática del actual gobierno, este principio jurídico ha desaparecido. Tal como lo demuestra el atropello cometido contra las garantías individuales del profesor Miguel Ángel Beltrán, las cuales son salvaguardadas por el derecho internacional.
La detención del Dr. Beltrán Villegas
A las 12 horas del mediodía del viernes 22 de mayo de 2009, el profesor Miguel Ángel Beltrán Villegas, de nacionalidad colombiana, acudió al Instituto Nacional de Migración de México (INM), con el fin de recibir respuesta a su solicitud de cambio de condición migratoria (de visitante a estudiante), y de este modo legalizar su estancia en el país para sus estudios posdoctorales en Estudios Latinoamericanos en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Todo colombiano que ingresa a México para realizar estudios, lo hace en condición de visitante con la forma migratoria (FM-3) otorgada por el Consulado Mexicano en Colombia. Dicho documento se recibe cuando se han cumplido una serie de requisitos que dan cuenta de la legalidad de la solicitud de internación. Una vez en México, el interesado debe presentarse al INM dentro de los noventa días siguientes, para solicitar el cambio de condición migratoria. Este trámite fue efectuado por el profesor Miguel Ángel el día 7 de agosto de 2008 acopiando todos los documentos solicitados entre ellos: copia completa del pasaporte, original del FM3 vigente No. 2077691, comprobante de domicilio, carta de aceptación estudios posdoctorales en la UNAM, carta de solvencia económica (certificado de trabajo de la Universidad Nacional de Colombia apostillado y copia de la comisión de estudios) y copia del último grado académico obtenido. El número de la solicitud fue el: 312687.
El trámite solicitado dura normalmente treinta días hábiles, sin embargo, el Dr. Miguel Ángel Beltrán no había recibido respuesta hasta la fecha. Durante los nueve meses transcurridos él acudió semanalmente al INM en espera de una respuesta y siempre le decían que “volviera la próxima semana”. El viernes 22 de mayo, él acudió al INM como lo hacía todas las semanas, esta vez acompañado del Licenciado Jorge Becerril, abogado de la UNAM, nombrado a finales de abril de 2008 por la Dirección de Asuntos Jurídicos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) para asesorarlo ante el INM, dada la dilación del trámite. El Licenciado Jorge Becerril concretó una cita a las 12 horas con el Subdirector del Instituto Nacional de Migración para recibir una respuesta.
A las 12:40 p.m. el Dr. Beltrán fue notificado verbalmente -en la planta baja del INM- por un funcionario de que su solicitud había sido negada porque no cumplía con los requisitos exigidos. Posteriormente, el Dr. Beltrán fue obligado a pasar a control migratorio al primer piso de las instalaciones. El Licenciado Becerril no lo acompañó ante tal instancia. Minutos después, se escucharon gritos muy fuertes de alguien que decía: “¡No, no, no!”. Ante el interrogante sobre lo que estaba ocurriendo, el Licenciado Becerril fue informado de que se trataba de un funcionario que se había vuelto loco y a quien se habían llevado. Pero que el profesor Beltrán seguía en las instalaciones del INM. Sin embargo, el Dr. Beltrán fue detenido por funcionarios del INM, sacado del Instituto a la fuerza y transportado en una camioneta Van, de vidrios polarizados que no tenía distintivos oficiales.
En el IMN dijeron que había sido trasladado a la Estación Migratoria “Las Agujas” de la Delegación Iztapalapa. El Licenciado Becerril, a pesar de su experiencia, no se percató de que se trataba de una deportación y lo único que atinó a decir, tomando en cuenta el consejo de otros abogados presentes, es que se debía denunciar la detención en la embajada colombiana en México. El Dr. Beltrán no fue llevado a una Estación Migratoria sino que fue deportado a Colombia en una aeronave del Estado mexicano que llegó a Bogotá, aproximadamente a las 7:50 p.m.
Al oficializarse la captura del profesor Beltrán por parte de la Fiscalía General de la Nación de Colombia, fue conducido a las instalaciones de la Dirección General de Policía Judicial e Inteligencia (DIJIN). El Instituto de Medicina Legal realizó una valoración del estado de salud de Miguel Ángel determinando una incapacidad médica de doce días, mismas que son producto de las agresiones físicas sufridas por parte de funcionarios mexicanos del INM.
Las arbitrariedades del Instituto Nacional de Migración (INM)
El INM aseguró ante el diario La Jornada expulsó al profesor Miguel Ángel del país con base en el artículo 37 fracción 5, la cual señala que “Gobernación podrá negar a los extranjeros la entrada al país o el cambio de calidad o característica migratoria cuando (…) hayan infringido las leyes nacionales o tengan malos antecedentes en el extranjero”. Sin embargo, estos “malos antecedentes en el extranjero” no existían, ya que Miguel Ángel Beltrán salió de Colombia de manera legal y entró a México de la misma forma para realizar sus estudios posdoctorales en la UNAM. Si hubiese habido algún requerimiento en su contra, no habría podido salir de Colombia en junio de 2008.
La actuación del INM fue arbitraria ya que violó los plazos y términos normales para dar espera a que el gobierno colombiano fabricara un requerimiento judicial basado en cargos falsos. El INM fue cómplice del gobierno colombiano puesto que deliberadamente suspendió el trámite del profesor Beltrán durante nueve meses. El INM atropelló, vulneró y violentó los más elementales derechos del profesor Dr. Beltrán ya que partió de la presunción de culpabilidad y actuó pérfidamente en su contra, negándole, con la detención realizada, la posibilidad de emplear los recursos jurídicos existentes para apelar la arbitraria decisión.
La forma en que ocurrieron los hechos denota que todo estaba planificado entre las autoridades de Colombia y México para cometer este ilegal atropello. Incluso el presidente Uribe de Colombia agradeció a las autoridades mexicanas su apoyo al gobierno mexicano por “capturar a uno de los terroristas más peligrosos” de las FARC. La persecución por parte del gobierno colombiano y la complicidad del gobierno mexicano contra el profesor Miguel Ángel Beltrán, pretende generar miedo, pánico y escarmiento a los académicos críticos; busca cercenar el derecho a la crítica y el cuestionamiento, y hace parte de los planes del gobierno colombiano por instaurar un régimen de terror perpetuo.