El 28 de enero de 2011, las mayorías del consejo superior de la Universidad de Caldas aprobaron el acuerdo 001 que modificaba el régimen de matriculas de la institución. Ante el alarmante alza que estipulaba dicho acuerdo, los representantes estudiantiles, las organizaciones y el estudiantado en su conjunto se dieron a la tarea de conformar el más amplio frente en contra de esta lesiva reforma.
La lucha llevada a cabo por cerca de dos meses, permitió que dicho acuerdo no se aplicara a partir de este año y que se conformara una comisión integrada por estudiantes, profesores y miembros de la administración para que se modificara el acuerdo 001. A la luz de los resultados de la comisión, se logró que el nuevo acuerdo no fuera tan nocivo como inicialmente estaba planteado y en él se incluyeron aspectos positivos que no estaban estipulados en el acuerdo anterior (024 de 2002), como la extensión de la beca social universitaria a los hijos y cónyuges de los docentes ocasionales y la exoneración del pago de matrícula a los beneficiarios de sisben 1 y 2 o su equivalente, entre otros. Sin embargo, y pese a los buenos oficios de los estudiantes y profesores que hicieron parte de esta comisión, en el nuevo acuerdo quedaron plasmados aspectos retardatarios e inequitativos, como la variable que indiscriminadamente toma en cuenta el costo de la pensión pagada en el colegio para el cálculo del valor de la matricula o la reducción de estudiantes exonerados del pago de matrícula, que generarán un avance de la política privatizadora en la universidad y que seguramente propiciarán que el acceso de cientos de jóvenes a la educación superior se vea entorpecido o simplemente negado.
En las últimas semanas, en medio del ajetreo usual de la época por la emisión de los recibos pago, hemos venido atendiendo una importante cantidad de casos de estudiantes cuya liquidación de matrícula para el primer semestre de 2012 es desproporcionada y no se compadece con la situación socioeconómica real de sus familias. En algunos casos, se han visto incrementos de más del 2000% para estudiantes regulares de la universidad que se han presentado a una segunda carrera. Ante esta situación, se citó a una reunión con los encargados del área financiera y de registro de la Universidad y quedó claro que aquellos estudiantes que tengan inconformidades con la liquidación de la matricula, podrán hacer uso del recurso de reposición para que se les reliquide y se les podrán ampliar los plazos más allá de lo establecido en los pagos extraordinarios, siempre y cuando presenten cartas en la oficina de registro haciendo estas solicitudes. De no poder realizar el pago, podrán reservar el cupo para el próximo periodo académico.
Consideramos que el nuevo acuerdo de matriculas es altamente perjudicial porque desdice del carácter público que debe mantener nuestra institución y porque va en contravía de garantizar que la educación sea un derecho humano fundamental, al limitar el acceso de los jóvenes a la educación superior debido a su situación económica. Algunos puntos de este nuevo acuerdo necesariamente tendrán que ser revisados el próximo semestre porque se comprueba que todas las advertencias que habían realizado estudiantes y profesores el semestre pasado, no eran infundadas. Desde este momento hacemos un llamado a todos los estudiantes para que estemos atentos y vigilantes ante lo que consideramos pruebas fehacientes de un exorbitante aumento de las matriculas en la Universidad de Caldas.
La lucha que los estudiantes colombianos emprendimos este año en contra del proyecto que pretendía reformar la ley 30, logrando su retiro por parte del gobierno nacional, demuestra la justeza de nuestras peticiones en torno a una equilibrada y adecuada financiación estatal de la educación superior en nuestro país, teniendo como uno de nuestros objetivos primordiales lograr la gratuidad completa en la educación. Mecanismos odiosos como los regímenes de matriculas, en los que priman los factores económicos por encima de las habilidades y aptitudes académicas de los jóvenes, van en contravía de todo aquello por lo que los estudiantes de la Universidad de Caldas y del movimiento estudiantil colombiano hemos luchado y continuaremos haciéndolo.
Cordialmente,
Omaira Castellanos
Darío Arenas
Representantes estudiantiles al consejo superior de la Universidad de Caldas