En medio de las
vacaciones de la Universidad de Caldas y siendo apenas la primera semana de
clases en la Universidad Nacional, sede Manizales, la comunidad universitaria y
la ciudadanía recibió con consternación la decisión de la Gobernación y la Asamblea
de Caldas de disminuir los recursos de la Estampilla Pro-Universidad en más de
1.400 millones de pesos anuales.
La modificación hecha
al estatuto de rentas, por medio de la cual se disminuyó al 1% la tarifa de
este impuesto, fue aprobada en medio de un apresuramiento desmedido, por lo que
las discusiones con rigor académico y el debate de cara a la comunidad con el
que debería haberse afrontado este sensible tema, no estuvieron presentes. Solo
hasta el día en que esta propuesta se presentó a la Asamblea de Caldas, fueron
alertadas las directivas de ambas universidades, restringiéndose lesivamente el
debate a la comunidad universitaria, principal afectada por esta medida. Bastaron
solo 4 días para que la asamblea debatiera y aprobara esta iniciativa.
Sobre nuestra
negativa a la disminución de estos aportes, debemos reiterar que en ningún
momento nos hemos opuesto a la creación de la estampilla que busca otorgarle recursos
al Hospital Santa Sofía para inversión en planta física, equipos médicos y
contratación de personal especializado. Por el contrario, siempre hemos abogado
por mayor presupuesto para este sector y por la urgente y necesaria transformación
del sistema de salud de nuestro país.
Por esta razón, quienes han asegurado que estamos en contra del
otorgamiento de recursos para la salud, faltan a la verdad de manera grave,
desvían el centro de atención del debate y desconocen u ocultan, que es la ley
100, la intermediación de las parasitarias EPS y la política gubernamental, y
no la protesta de estudiantes y profesores, la que tiene a la salud en la
enorme crisis que padece.
La problemática entonces
se centra en los recursos que dejarán de percibir las universidades públicas de
la región. Las proyecciones indican que si la Estampilla Pro-Universidad se
hubiera disminuido del 2% al anterior 1,5%, anualmente se seguirían recaudando
aproximadamente 6,300 millones de pesos por este concepto. Con la modificación realizada, el recaudo
será de 4,900 millones anuales, es decir, 1,400 millones de pesos menos cada
año. Hasta 2018, año en que la estampilla expira, ambas instituciones dejarán
de recaudar por este concepto 8,500 millones de pesos que dejarán de ser
invertidos en laboratorios, salones, edificios, bases de datos, equipos
tecnológicos, software, material bibliográfico, licencias, espacios deportivos,
equipos para prácticas docentes, entre muchas otras áreas vitales para el
cumplimiento de la labor misional de las universidades. Se le propina así un
golpe severo a la inversión de ambas instituciones en estos campos.
Ante la
desfinanciación estatal generada por la ley 30, que en el caso de la
Universidad Nacional y la Universidad de Caldas las lleva a recaudar por
recursos propios el 51% y el 30% de su presupuesto respectivamente, los
recursos de la estampilla han resultado vitales al significar un porcentaje muy
importante de la inversión que se realiza en infraestructura, desarrollo
académico e investigativo y dotación tecnológica. En el área de inversión, por
citar solo un ejemplo, la Universidad de Caldas inició este año con un déficit
del 33%, destinando 12 mil millones de pesos menos a este rubro.
Frente a la nefasta situación
que vive la educación superior y en el marco de la masiva lucha encabezada por
la MANE por una ley alternativa de educación superior que solucione los
problemas estructurales de las instituciones de educación superior del país, arrebatarle
recursos a la educación para
otorgárselos a la salud, es poner a pelear
a pobres entre sí. o quitarle la medicina al enfermo terminal para dársela
al moribundo.Hacemos un llamado a los estudiantes, profesores, trabajadores
y ciudadanía en general para que defendamos los recursos de las universidades
públicas y para que instemos a la Gobernación de Caldas a generar alternativas para
subsanar y resarcir los recursos que perderán estas dos instituciones.
Serán las
discusiones argumentadas y la movilización civilista y democrática, las vías para
lograr que la salud y la educación sean consideradas como derechos fundamentales.
Sergio
Fernández Juan Carlos Yepes
Vocero Nacional de la MANE Representante Profesoral ante el CESU
Representante Estudiantil C. Académico Representante Profesoral C.
Superior
Universidad Nacional de Colombia Universidad de Caldas
Darío Arenas Villegas Alexander Álvarez Giraldo
Representante Estudiantil C. Superior Representante
Estudiantil C. Académico
Universidad de Caldas Universidad de Caldas