martes, 7 de agosto de 2012

La Huelga magisterial va contra las arbitrariedades de Martinelli y Lucy Molinar


Hotel Sheraton, concentración martes 7 de agosto, 4:00 p.m. Piqueteos a nivel nacional a partir del lunes 6 de agosto. Apoyo huelga magisterial miércoles 8 de agosto.

La huelga de los Educadores es inminente. El pueblo se prepara y sus organizaciones darán la pelea. Es una lucha por la dignidad del Educador panameño. Basta ya de tanta burla y atropello de la dictadora Lucy Molinar.

La clase dominante se agrupa. Sus medios de comunicación inician una campaña sucia contra los educadores en lucha. Los propietarios y algunos periodistas se cuadran con Lucy Molinar, formada en Chile en la época de Pinochet, Sus argumentos mueven a risa. Los que ayer, guiados por intereses de los partidos tradicionales apoyaron la larga huelga magisterial de 1979, hoy dicen que un día que se pierde por huelga es irrecuperable. ¡Farsantes!

Son estos mismos medios los que se encargaron de propagar las mentiras de que al profesor Andrés Rodríguez se le destituía por ausencias y tardanzas en sus clases. Nada más falso. Ninguno de estos argumentos figuran en su expediente ni en su larga trayectoria de 39 años dedicado a la docencia.

No importa lo que pasó en La Prensa hace unos días con la versión “masculina” de Aixa Gómez, Marcos Allen. Los “Padrinos” de la mafia se las arreglarán. A ellos le corresponde en este tema apoyar al Gobierno autortitario y corrupto y velarán para que la ministra pueda enfrentar a la dirigencia gremial que se opone a la privatización, que lucha por mejores salarios, condiciones de trabajo, por una educación Pública gratuita y de calidad y reclama la restitución de su máximo dirigente, Andrés rodríguez Olmos, cuya vida la ha dedicado a la educación y las luchas sociales, que jamás se ha vendido ni rendido.

Para entender lo que sucede en Educación reproducimos el siguiente artículo:

A los oídos de Lucinda:

EN SEPTIEMBRE DE 2009, LA ASOCIACIÓN DE MAESTROS INDEPENDIENTES AUTÉNTICOS (AMIA), BAJO LA CONDUCCIÒN EN ESE ENTONCES DEL PROFESOR MARIO ALMANZA, EMITIO UN COMUNICADO, QUE CONSIDERAMOS CONSTITUYE UNA RADIOGRAFÍA DE LO QUE NUNCA PODRÀ ENTENDER, QUIEN NUNCA HA ESTADO VINCULADA A LA EDUCACIÒN PANAMEÑA, Y QUIÈN DESDE LOS MICROFONOS NUNCA TUVO QUE SUSTENTAR Y DEBATIR SU POSTURA IDEOLÓGICA, NOS REFERIMOS A LA MINISTRA DE EDUCACIÓN LUCY MOLINAR.

ESTE COMUNICADO EXPRESA PORQUE MOLINAR SE HA ENSAÑADO CONTRA LOS GREMIOS DE EDUCADORES Y EN ESPECIAL CONTRA EL PROFESOR ANDRÉS RODRÍGUEZ.

CONSIDERACIONES A LA PROPUESTA DE TRANSFORMACIÓN CURRICULAR POR COMPETENCIAS DE LA EDUCACIÓN MEDIA

La condición necesaria para que una política educacional, un proyecto curricular o una experiencia educativa tengan viabilidad, es que los sujetos implicados crean en su necesidad. El consenso es indispensable para educar y educarse.

Las estrategias neoliberales dirigidas a la educación imprimen a los discursos pedagógicos la tónica de su lógica economicista. El efecto es un deterioro profundo de los enunciados dirigidos a enseñar y aprender. La educación no es una esfera desconectada del resto de la sociedad, sino una modalidad de la vida social, un registro específico de los discursos sociales. Pero sus propios ritmos, tiempos, rituales y metas son triturados cuando se los fuerza para volverlos coextensivos a los económicos o políticos. La pedagogía se nutre de las interpelaciones provenientes de la sociedad civil y del Estado pero su tarea es traducirlas, resignificarlas, en términos necesarios para producir enseñanzas y aprendizajes dirigidos no solamente a lo inmediato, sino con miras al mediano y largo plazos.

Recomendaciones:
  • Es necesario diseñar políticas de cambio pedagógico que respeten tres características: participación, experimentación y gradualidad.
  • Es necesario tener presente que las reformas educacionales son procesos profundos, que ponen en movimiento aspectos estructurales de la vida social y cultural, que comprometen el imaginario colectivo, la memoria histórica y la prospectiva.
  • Las reformas no son posibles sin consenso real de la comunidad educativa. Las políticas impuestas verticalmente en forma homogénea e inconsulta constituyen probables fracasos y requieren de medidas autoritarias para sostenerse.
  • Las innovaciones introducidas deben experimentarse, los modelos pedagógicos deben sufrir la hibridación a la cual lo somete su confrontación con los procesos educacionales específicos. Una reforma responsable debe ser respetuosa de los tiempos y modalidades culturales, de las demandas específicas y del derecho de los sujetos de la comunidad educativa a participar.
  • Somos críticos a la formación tecnocrática que deja de lado toda la formación humana, como parte del impulso del pragmatismo como visión de vida. Pragmatismo que no significa otra cosa más que el lograr los fines personales para “tener éxito”, sin importa los medios.
  • Subordinar el mundo educativo ante el mundo laboral y productivo especialmente de las grandes empresas, determinando a priori que debe dedicarse la vida de cada estudiante (educación según la actividad laboral futura). No es una educación para el trabajo, es decir de formación integral, sino una educación para el empleo inmediato y según los requisitos impuestos por el empleador. Junto a ello va la concepción neoliberal de la educación como una mercancía y ya no como un derecho humano.
  • Consideramos necesario ubicar los bachilleratos de la educación media en un contexto que tome en cuenta las prioridades del desarrollo nacional, que se enmarque en los contextos científicos, humanista, tecnológico, productivo (no entendido como mercado) y pedagógico.
  • Esto marca el tipo de metodologías a emplear, las que requieren ser: estimuladoras de la participación de los estudiantes (participación activa, consultiva y en la toma de decisiones); metodologías que permiten la disensión; fortalecedoras de las relaciones con la comunidad. Metodologías interdisciplinarias, porque los valores y los derechos involucran factores históricos, económicos, filosóficos, políticos, etc. Metodologías integradoras porque deben adaptarse a los tres componentes de las actitudes: cognitivos, conductuales y afectivos.
Nos preocupa que la educación panameña atraviesa por una crisis producto de la corrupción y atropello en que la han sumido las administraciones; igualmente, por la ejecución de la política neoliberal, que ha significado recortes presupuestarios en inversión, procesos privatizadores y modificaciones en la concepción educativa para adaptarlos a los requerimientos de la globalización neoliberal, impulsando una educación mediatizada y acrítica, que coarta el derecho a la organización docente y estudiantil, y por ende a la existencia de verdaderos canales de consulta y dialogo.

Por ello, para empezar, creemos que la calidad de la educación no es un tema de evaluación sobre los resultados individuales medibles en si el estudiante accede o no a un puesto de trabajo, ni si quiera si aprueba o no evaluaciones estandarizadas para el ingreso a la educación superior, sino si el estudiante está listo para enfrentar los constantes cambios del mundo, donde hasta el momento impera la inequidad social.

Planteamos que la calidad de la educación debe ser entendida en cuanto ésta contribuye a una transformación social, a generar ese mundo que anhelan los pueblos, en los que la libertad y la justicia, el bienestar y el progreso, se repartan entre todos. Esta es una perspectiva histórica y social de la calidad de la educación que supera el inmediatismo e individualismo de la perspectiva neoliberal. Con ella abrimos el debate sobre el para que de la educación y tomamos una opción entre la respuesta de que ésta sirve para alimentar la empresa que requiere de esos trabajadores, o la respuesta de que la educación tiene una misión trascendente para transformar el mundo. No hace falta decir que es esta segunda respuesta la que consideramos justa.

La educación tiene que responder a las necesidades de desarrollo de la sociedad en su conjunto, un desarrollo concebido como un cambio sustancial que modifique las instancias sociales actuales y que siente las bases para una sociedad nueva, en la cual los derechos a la salud, educación, vivienda, sean una realidad.

La misma educación debe ser vista como un derecho que es consustancial al ser humano y que no puede someterse a las reglas del mercado, ni tratarse como una mercancía.

Desde nuestra perspectiva, una educación de calidad debiera ser capaz de desarrollar aprendizajes significativos en las alumnas y alumnos, rescatando su experiencia, respetando la diversidad, asumiendo la heterogeneidad y, al mismo tiempo, asegurando a todas y todos una base cultural común, sustentada básicamente en nuestras propias raíces nacionales; pero también en aquellos elementos que potencien una comprensión global del mundo.

En este sentido proponemos un currículo sustentado en capacidades para el desarrollo integral, el cual resulta más completo y eficaz para la sociedad panameña, en la medida que no sólo es capaz de entregar conocimientos necesarios para incorporarse activa y creativamente al mundo productivo, sino que también intenciona el desarrollo de los valores de ciudadanos sanos, críticos, reflexivos, tolerantes, solidarios, en una frase: profundamente plenos y democráticos; al igual que la creatividad, la capacidad de indagación y de pensar. Es decir, una educación para la vida, que rescate la humanidad del sujeto más allá de su utilidad y buen desempeño.

En: Frenadeso

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