El rechazo público de la Asociación Colombiana de Instituciones de Educación Superior con Programas a Distancia -ACESAD- al proyecto de Ley por el cual se pretende organizar "el servicio público de la educación abierta y a distancia", por considerar que fue diseñado de manera inconsulta por parte de la Universidad Nacional Abierta y a Distancia –UNAD-, entidad que ejercía la Presidencia de dicha Asociación, y que no reúne el deseo de las IES al respecto, ha generado un fuerte debate al interior de la UNAD.
El sindicato de docentes Aspu-Unad, también lo ha rechazado por considerarse excluido del análisis. El Vicerrector de Medios y Mediaciones de la UNAD, Roberto Salazar Ramos (foto), que fue el único de los 25 votos de ACESAD que defendió la iniciativa, ha considerado exagerada la reacción frente a una propuesta que, a su juicio, constituye un espacio de reflexión en torno del tema para la educación superior colombiana.
El Observatorio de la Universidad Colombiana presenta el texto del ensayo académico El drama de la modalidad de educación a distancia en Colombia: entre el ser y el no ser. Aportes para las reflexiones", preparado por Salazar Ramos, y en el cual hace consideraciones sobre el rol que debe tener la educación a distancia como un medio para disminuir las brechas de exclusión social en nuestro país.
Para Salazar la discusión debe superar el tema legislativo y centrarse en cuál debe ser el rol de la educación a distancia como otra opción, con la misma calidad, de al educación presencial. Según él, “se mantiene aún una cierta “creencia” o “percepción” que tanto la modalidad de educación presencial como la modalidad de educación a distancia son incompatibles: que la primera es el modelo de calidad formativa por excelencia y que la segunda es un tipo de formación de masas sin la suficiente calidad”.
Así mismo, y frente al cuestionamiento sobre el posible protagonistmo de la UNAD, que es, en parte, lo que ocasionó el rechazo de ACESAD, señala que “independientemente de si se está de acuerdo o no con que la Universidad Nacional Abierta y a Distancia, UNAD, se propone en el proyecto original de la Ley 192 como entidad acreditadora de programas a distancia, sea con el argumento de la ruptura de la unidad de acreditación de alta calidad que lidera el Consejo Nacional de Acreditación (CNA) o por el carácter anticonstitucional que significa la delegación de las funciones de inspección y vigilancia en una institución diferente al Ministerio de Educación Nacional, la trascendencia del proyecto prevalece sobre este tipo de propuesta. La propia UNAD considera que lo sustantivo del Proyecto de Ley debe conservarse o enriquecerse, frente a lo cual no ve dificultad alguna en la eliminación del Artículo correspondiente”.
Rechazo de los profesores
Por su parte, el sindicato de docentes Aspu-Unad cuestiona el articulado y señala que el proyecto “sólo refleja la concepción de democracia que la “alta gerencia” de la Universidad Nacional Abierta y Distancia maneja tanto hacía adentro como hacia afuera. Dicha concepción no posibilita la construcción académica reflexiva y crítica, pues es absolutamente contradictoria frente a una organización que se autodenomina sistémica y que además promulga como principios fundamentales la heterarquía, la fractalidad, y la reticularidad, entre otros”.
Por ello, se preguntan los docentes “¿cómo es posible, que ante una ley tan importante, el cuerpo académico no esté llamado a ser agente activo, situación naturalmente implícita en una democracia participativa, constructora y reflexiva, sobre todo si se trata de un proyecto de Ley que tendrá un impacto sobre toda la comunidad educativa presente y futura de la modalidad a distancia?”.
Información de referencia:
- Ensayo: El drama de la modalidad de educación a distancia en Colombia: entre el ser y el no ser (Roberto Salazar Ramos)