Por diferentes medios los rectores han expresado su molestia y rechazo a la iniciativa del Ministerio de Salud (que tampoco cuenta con el respaldo del Ministerio de Educación), que está incluida en el proyecto de reforma a la salud, y que en términos del presidente de la República y el ministro de Salud, Alejandro Gaviria, busca agilizar la titulación de cerca de 75 mil médicos generales.
Jurídicamente la propuesta permite que a través de una ley ordinaria se afecte una estatutaria (la Ley 30 de 1992) y se afecte el reconocimiento que la Constitución Política hace a la autonomía a las universidades, según el médico y actual rector de la Udes, Jaime Restrepo Cuartas.
"Si con reforma a salud se permite que hospitales otorguen títulos, es probable que reforma a pensiones permita que Fondos gradúen actuarios", ha dicho el rector de la U. Nacional, Ignacio Mantilla.
En la Asamblea del Consejo Nacional de Rectores, reunida en la Universidad Libre, se rechazó unánimemente el proyecto de ley por el impacto que tiene para las universidades y para la formación de los médicos posgraduados, en tanto que la viceministra de Educación Superior, Paticia Matrínez, señaló que el propósito del Ministerio es defender la autonomía de las universidades. El SUE también ha expresado su rechazo a la iniciativa.
El ministro Alejandro Gaviria ha dicho que es consciente que este será uno de los temas más polémicos en la reforma, que cuenta con el respaldo del presidente Santos, en su defensa del proyecto, ha dicho en su cuenta de Twitter:"Pacientes con prolongados tiempos de espera por especialistas: Introducimos un esquema para que más estudiantes puedan ser especialistas".
La reforma a la salud se encuentra en segundo debate en el Senado de la República, luego que fuera aprobada en la comisión séptima.
"Sólo las universidades tienen la estructura científica y humana para cumplir con los fines misionales en un proceso formativo en el ámbito de la docencia, la investigación y la extensión", ha dicho el rector de la Nacional en comunicación dirigida al presidente del Senado, Juan Fernando Cristo.
En la comunicación también indica que "la crisis estructural hospitalaria que ha acarreado el actual sistema de salud ha dificultado que los hospitales presten de manera eficaz los servicios de salud y más aún que adquieran el nivel de universitarios, lo que implica una exigencia mayor, que excede las posibilidades concretas de un hospital en el marco del actual sistema".
¿Por qué el Ministerio de Salud y Protección Social no se dedica a lo suyo? (opinión del rector de la UDES, Jaime Restrepo Cuartas)
Tal pareciera que al Ministerio de Salud y Protección Social no le importara pisotear al Ministerio de Educación Nacional y al Departamento Administrativo Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación, Colciencias, y se permitiera el lujo, en este Gobierno y al parecer con el apoyo del propio Presidente de la República, de violentar la autonomía universitaria por medio de una ley simple y ordinaria; además de una ordinariez total. Si la reforma a la ley 30 de 1992 sufrió un entierro de tercera cuando el Presidente mismo la detuvo, al tener las primeras amenazas de la comunidad universitaria, a esta propuesta de reforma a la Ley 100 de 1992, conocida como proyecto 210 de Senado, le auguramos un entierro de cuarta categoría.
Es la concentración del poder que esbozan los futuros dictadores. Los ministros, cuando se consideran "salvadores", en este caso el de la salud de los colombianos, no utilizan la mesura y la debida humildad, sino que se envanecen y atropellan a los demás para buscar conseguir sus fines de protagonismo. A quién se le ocurre que a una simple ley ordinaria puede permitírsele desmontar el articulado de una ley estatutaria como la Ley 30, y de paso violar la Constitución Política de Colombia que concede categóricamente la autonomía a las universidades al definir sus programas académicos y al tener la potestad, única en el país, de conceder los títulos universitarios por medio de un sistema que aunque tenga problemas, ha mostrado sus virtudes.
Acaso no se viene luchando es por el trabajo en equipo, por un modelo sistémico, por la creación de redes, por la búsqueda de aunar esfuerzos para que los resultados sean más eficientes, como lo propuso y lo implementó Colciencias cuando creo los Consejos Nacionales de CT e I en las distintas áreas del conocimiento. Allí se convoca a los Ministros del área respectiva (que no van), para que conjuntamente con la comunidad científica del país decidan cuáles deberían ser las políticas y es allí en donde fijan las prioridades para consolidar la investigación en el país, al servicio de la solución de los principales problemas que nos aquejan, de manera concertada, como debe ser.
El proyecto de Ley de reforma al sistema de salud, conocido como 210 del Senado, se abroga el derecho, que no tiene, de decidir que los hospitales concedan títulos de especialistas médico quirúrgicos y regula procedimientos que le competen a las universidades en el marco de su autonomía, como la selección de los candidatos, la definición de cupos, la acreditación en calidad, regula los hospitales universitarios, establece cuál es la pertinencia de los programas y además, define programas especiales, para comunidades étnicas, por encima de consideraciones de calidad. Comienza el atropello contra el Ministerio de Educación Nacional y las universidades y no contento con ello, también propone que sea el Ministerio de Salud el que oriente y promueva las actividades de CT e I, los lineamientos técnicos y metodologías para las líneas de investigación que son un derecho de Colciencias por la Ley 1286 del 2009.
¿Por qué el Ministerio de Salud y Protección Social no se dedica a lo suyo? Por ejemplo: evitar el atropello y el enriquecimiento de las EPS, montar la promoción y la prevención de salud, que no se hace porque a las EPS no les interesa, buscar la oportunidad y calidad en la prestación de los servicios, regular las redes de atención de acuerdo con los niveles de complejidad, controlar el abuso de las multinacionales con los medicamentos, eliminar la corrupción del modelo existente. Como no fue capaz de presentar un proyecto que regulara la salud sin la intermediación de quienes se llevan el 50% de los recursos, porque el Gobierno sigue protegiendo los pulpos económicos, busca la solución aguas abajo haciendo creer que la responsabilidad está en el Ministerio de Educación Nacional con la formación de los especialistas y en las universidades que tienen esa responsabilidad.
Que este intento de atropello, que espero no les funcione, le sirva también al Ministerio de Educación Nacional, a Colciencias y a las universidades todas, para relacionarse más con la sociedad e identificar con claridad lo que está pasando en el país, pues ninguno está exento de culpa. Hay que formar los especialistas que el país necesita, con solidaridad y desprendimiento, hay que ser eficientes en los procesos de registro calificado y certificación en calidad para agilizar los procedimientos, hay que dejar que a las Universidades acreditadas, efectivamente se les reconozca su legítima autonomía. Tanta inflexibilidad produce problemas que son evidentes y dan pie a que aparezcan las dictaduras. (Tomado de Periódico Debate)
Información de referencia: Así como las IES, hospitales podrían titular médicos especialistas