viernes, 16 de diciembre de 2011

Entrevista: La formación de médicos en Colombia está en cuidados intensivos


La laxitud del MEN para otorgar registros a pregrados de medicina en universidades de dudosa calidad, la Ley 100, la intención de ánimo de lucro son, entre otros, los motivos de la difícil situación. 

Para José Félix Patiño, ex ministro de salud, ex rector de U. Nacional y reconocida figura de los estudiantes de medicina, reconocido en la Noche de los Mejores por el MEN con el premio a la vida y obra de un académico, es urgente atajar la proliferación de facultades de medicina, pues en la mayoría de casos no se están formando bien a los nuevos profesionales de la salud.

El siguiente es el texto de la entrevista realizada por el diario Portafolio

“El único instrumento para acabar con la inequidad es la educación”, afirma el destacado médico y académico José Félix Patiño Restrepo, quien tiene más de 50 años de experiencia en la academia y recientemente condecorado por el Gobierno Nacional con la Orden Gran Maestro por su destacada labor en el campo educativo.

El ex ministro de salud, ex rector de la Universidad Nacional y ‘gran decano’ de los estudiantes de medicina del país señala que es necesario fortalecer la universidad pública y trabajar porque sea gratuita.

Igualmente, muestra su preocupación por el tema de la calidad de la educación superior, particularmente por la proliferación de facultades de medicina.

¿Cómo recibió el reconocimiento que le hizo el Gobierno?

Muy honrado y agradecido, pues he recibido distinciones más que todo en el campo de la salud. Para mí significa mucho porque es el más alto reconocimiento que uno puede tener en la educación.

Toda la vida he sido médico en ejercicio, pero también he sido docente.

¿Cómo vio la discusión alrededor del proyecto de reforma a la Ley 30?

Fui muy crítico de esta propuesta porque, aunque hubo muchos foros, lo que se dijo y se recomendó realmente no se incorporó en el proyecto de ley y para mí el punto más criticable fue la privatización de la universidad pública, por más que se dijera que no.

Así comenzamos con la salud, cuando empezó la Ley 100: se dijo que jamás se iba a privatizar y hoy está completamente privatizada... Creo que deberíamos trabajar porque la educación pública sea gratuita o, por lo menos, con matrículas diferenciales bien grandes para poder dar cabida a aquellos estudiantes de las clases económicas menos favorecidas.

¿A qué se refiere con el tema de privatización: a la parte del lucro o a la falta de recursos?

Lo del lucro era terrible porque es lo mismo que pasó con la Ley 100. Se introdujeron esas empresas con ánimo de lucro y la salud, que debería ser un servicio social, se convirtió en un negocio…

Entré a Internet a buscar las universidades con ánimo de lucro y saqué las primeras cien que encontré de Estados Unidos. Jamás había oído hablar de ellas y no les conozco ningún aporte científico y yo me muevo mucho en el campo académico de allá.

¿Qué puntos deberían ser incluidos en el nuevo proyecto?

Colombia es el tercer país más inequitativo del mundo.

El único instrumento real para lograr movilidad social y acabar con la inequidad es la educación, la educación pública, y cualquier proyecto que llegue al Congreso debe ir orientado a fortalecerla.

En el Gobierno pasado las universidades públicas se vieron en una situación muy difícil porque año tras año perdieron presupuesto.

La Nacional y la de Antioquia son destacadas en el país y en el mundo y las otras universidades públicas deberían tener la calidad de estas.

¿Qué implica el fortalecimiento de la educación pública?

Más recursos. La universidad debe retener a su profesorado y este debe ser el mejor.

Ahora para conservarlo debe tener condiciones laborales competitivas para que puedan ser de tiempo completo y hacer investigación; pero una buena universidad no sólo la hacen los buenos profesores, sino los buenos estudiantes y por ello deben seleccionarlos.

Colombia llegó a tener los mejores médicos de América Latina, ¿cree que esto ha cambiado?

Sí, definitivamente. En una época, la medicina y la educación médica colombiana, cuando teníamos menos pero muy buenas facultades de medicina, eran consideradas las mejores de América Latina; pero con la proliferación de estas facultades, hemos tenido un deterioro en la calidad de la formación médica.

Las tradicionales siguen siendo excelentes, pero hay muchas de las nuevas, casi todas privadas, que es difícil entender cómo recibieron el registro calificado.

¿Cómo se ve reflejado ese deterioro?

Uno lo ve en la gente que llega a trabajar a los hospitales. Hay diferencias grandes entre un egresado de la U. de Antioquia, por ejemplo, y otro de una universidad de esas nuevas privadas, que en el fondo tienen más un fin de negocio, y una facultad de medicina que es buen negocio tiene que ser mala, porque estas son muy costosa.

Entre las nuevas, la de la Universidad de los Andes es excelente. Así deberían ser todas las privadas.

¿Cree que la Ley 100 impactó la formación médica?

Esta ley le está causando un daño enorme a la medicina. Si esto no se cambia, Colombia se va a quedar sin buenos profesionales médicos y va a haber personas con el título de médico que no van a ejercer la profesión médica sino el oficio de la medicina y no al servicio del paciente sino al de la entidad aseguradora intermediaria.

Se cambió el imperativo hipocrático por el mandato burocrático de los entes administrativos. Hay que modificar el modelo.

No más registros a facultades que no cumplan con los requisitos mínimos

El tema de la educación inquieta tanto al doctor Patiño como el de la salud. Para él, la proliferación de las facultades de medicina se debe a que “el Ministerio de Educación ha sido demasiado laxo en darles registro”.

Afirma que la formación que brindan la mayoría de las nuevas facultades tienen falencia en ciencias básicas, en la formación en ética y en humanismo. Respecto a cómo mejorar la calidad educativa en este campo afirma que “la Academia Nacional de Medicina, junto con la Asociación de Sociedades Científicas, estuvimos reunidos con el presidente Santos y se le explicó esto.

Él, que es un gran estadista, lo entendió y le dijo al ministro Mauricio Santa María que no permita que se dé un registro calificado si no se cumplen los requisitos mínimos para tener una buena facultad y las que están funcionando sin ellos deben cerrarse”.

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