Dos estudiantes fueron asesinados el pasado lunes durante una manifestación en Guerrero, México. Las versiones sobre la responsabilidad del hecho son contrarias. Mientras los jóvenes acusan a la policía, ésta dice que fueron sus propios compañeros los que dispararon con armas de guerra.
Los estudiantes, que bloqueaban la autopista Sol, una de las principales de la ciudad, reivindicaban el mantenimiento de la licenciatura de educación primaria y que se aceptara en la universidad del Estado de Guerreo a los jóvenes con promedio de 7.0, además de una plaza automática en el sistema estatal de educación al concluir sus estudios.
También exigían que el gobernador de Guerrero, Ángel Aguirre Rivero, les diera una audiencia.
El parte oficial de la policía señala que un estudiante abrió fuego con un fusil AK 47, por lo que procedieron a su captura, pero que en ningún momento dispararon contra los manifestantes. Las autoridades dicen que los disparos que causaron la muerte de dos manifestantes y heridas de gravedad en otro no provenían de armas policiales.
Por su parte el Procurador (fiscal) de Guerrero, Alberto López Rosas, dijo en una entrevista a un medio mexicano que algunos jóvenes que participaron en el bloqueo de la Autopista del Sol tenían también granadas.
Pese a las decenas de testimonios gráficos y verbales difundidos, donde se aprecia a miembros de las corporaciones policiacas portar armas largas y realizar disparos durante el desalojo, López Rosas aseguró que los uniformados “llegaron desarmados” al lugar y que el presunto responsable de disparar contra los manifestantes fue un hombre “ajeno al conflicto”.
Ante la muerte de sus compañeros los estudiantes de la Escuela Normal de Ayotzinapa responsabilizaron al gobernador de Guerrero del hecho. El cuerpo estudiantil asegura que no estaban armados.
“Es falso que nosotros iniciamos la agresión con armas de fuego, íbamos totalmente desarmados. En ningún momento íbamos armados, a nuestros compañeros los están obligando a dar testimonio falso para culparnos de crímenes que no cometimos”, dijo a un medio mexicano el líder estudiantil Jersey Peñaloza.
Según los manifestantes su compañero Gerardo Torres Pérez fue detenido y torturado por agentes ministeriales, quiénes lo obligaron a tomar y disparar en cinco ocasiones con un AK-47,
En una conferencia de prensa los estudiantes declararon que algunos estudiantes se encuentran detenidos y que otros aún están escondidos, por lo que no tienen un cifra precisa del número de desaparecidos durante el percance. Debido a esto, los estudiantes planean para este martes una manifestación en la ciudad de Chilpancingo para exigir la liberación de los detenidos y el esclarecimiento de los hechos.
La Procuraduría General de Guerrero anunció en un comunicado que ya se han liberado 20 estudiantes normalistas que participaron en el evento.
En consecuencia la Comisión Estatal de Derechos Humanos ha pedido una inspección para conocer las condiciones de las detenciones y la posterior liberación.
Asimismo en un comunicado Amnistía Internacional ha solicitado una investigación detallada de cómo ocurrió la muerte de los estudiantes, asegurando que existen dudas sobre la capacidad de la policía para proceder durante los disturbios sin incurrir en violaciones graves a los derechos humanos.
La posición del movimiento estudiantil fue ratificada por uno de sus líderes, Jorge García, quien dijo que “el enemigo común precisamente son todos los gobiernos represivos y no podemos permitir esto (…), venimos aquí preocupados y ojalá que esto se castigue con todo el peso de la ley”
Fuente: Contra Punto
