Abimael Guzmán, trabajador y líder de los trabajadores de Conalvías, relató en detalle lo sucedido. El martes en la madrugada el Esmad, a sangre, fuego y garrote, arremetió contra la población que se manifestaba pacíficamente en rechazo al olvido del Estado y la discriminación por parte de la subcontratista Conalvías.
Los miembros de la fuerza pública lanzaron bombas incendiarias, y como los habitantes se refugiaban detrás de los carros, las bombas cayeron dentro y encima de los vehículos, de esta manera, se incendió un bus y una tractomula. Quemaron a una niña, que casi queda ciega. Causaron daños en los potreros cercanos a Cerromatoso y agredieron a muchos de los manifestantes. Incluso, entraron a una casa campesina para seguir con el ataque.
Es de explicar que la protesta inició hace aproximadamente un mes, porque para un proyecto Conalvías prefirió traer ciudadanos chinos a contratar mano de obra local; y a estos les pagaban más que a los nacionales. Trabajadores y comunidades instalaron una mesa de negociación con la empresa, y llegaron a un acuerdo. Sin embargo, el lunes 23 de julio Conalvías incumplió esos acuerdos, al continuar con la discriminación. Como medio para ejercer presión, los manifestantes optaron por bloquear pacíficamente las principales vías que comunican a la cabecera municipal de Montelíbano con el municipio de Puerto Libertador y con el proyecto de Cerromatoso.
Guzmán calificó la actitud del Esmad como “aberrante”, y lo más descarado es que están inculpando de los destrozos a los trabajadores. El obispo de Montelíbano y el Gobernador (e) verificaron que los daños fueron causados por el Esmad. Entre tanto, Conalvías ha persistido en su actitud “mañosa”, pues viene acomodando las circunstancias a su interés, mientras se niega a negociar.
Fuente: eldía.co