Al parecer la Universidad Industrial de Santander se está adecuando a una subsistencia sin rector. Ayer se conoció el fallo en segunda instancia de la tutela interpuesta por la docente Ivonne Suárez contra el Consejo Superior Universitario por las irregularidades en el proceso de designación de rector; esta vez, el Tribunal Administrativo de Santander le dio la razón al Consejo Superior e invalidó fallo en primera instancia que favorecía a la docente.
El fallo, en su parte más crítica manifiesta que la consulta realizada a la comunidad universitaria se trata solo de un “factor de opinión” que no constituye una lista de elegibles ni genera ningún tipo de obligación, dándole a esta -prácticamente- un carácter nulo a la hora de realmente elegir el rector de la institución.
“Por otra parte que el resultado de la consulta de opinión de que fue objeto la comunidad universitaria, no constituye una lista de elegibles, pues como su nombre lo indica, ésta sólo es un factor de opinión que no genera obligaciones, ya que de ser así sería contraria a la ley y a la Constitución que dispone que la autoridad competente en las Universidades Públicas para designar su rector es el Consejo Superior de la misma, por lo tanto solicito se revoque la decisión de primera instancia y en su lugar se deniegue el amparo solicitado por la accionante”, relata el fallo.
Por ahora falta conocer el fallo de otras tutelas presentadas por los candidatos Juan Manuel Latorre y Gilberto Carrillo.
Carlos Monroy, representante estudiantil ante Bienestar Universitario y también estudiante de Derecho, ha manifestado su preocupación, pues con esto se estaría dando la facultad al Consejo Superior para convocar un nuevo proceso, que por cuestiones jurídicas le negaría la oportunidad de presentarse nuevamente a los candidatos que se encuentran actualmente en contienda por haber resultado ganador el voto en blanco en la última sesión de votación; exceptuando al exrector Camacho Pico, quien astutamente se retiró minutos antes de dicho sufragio, lo cual dejaría en duda la transparencia del proceso o si se trató de una jugada orquestada.
Por otro lado sorprende la actitud de silencio que ha tomado la comunidad universitaria y, en especial, el Movimiento estudiantil, quien ha guardado un silencio bastante parecido a la indiferencia y conformismo. Por lo que existe la duda si aquella UIS guerrera y luchadora histórica se quedará en un estado de apatía prolongada.
Prensa Estudiantil