"En la Universidad de Antioquia hay profesores, y algunos con título de Doctor, que promueven la violencia" La afirmación la atribuye al secretario general de la Universidad de Antioquia, Luquegi Gil Neira, el recién destitudo jefe de prensa de la Universidad, Alberto González Mascarozf, mediante una carta pública en la que critica la actitud de la Universidad al declararlo insubsistente.
 |
| Foto: Qué pasa UdeA |
Por su parte, no se conoce respuesta de Gil Neira a la acusación, que ha sembrado un manto de duda sobre la forma como la Universidad evalúa la ideología de sus publicaciones.
Si quiere conocer el texto de la carta pública del comunicador, haga clic aquí.
Profesores de la Universidad de Antioquia se solidarizan con el comunicador e invitan a suscribir una carta pública de rechazo.
Si desea suscribirse a este pronunciamiento ingrese al siguiente link y ponga su firma:
(Revise luego su correo electrónico para confirmar su firma)
PRONUNCIAMIENTO CONTRA EL DESPIDO DE ALBERTO GONZÁLEZ MASCAROZF
Los suscritos profesores de la Universidad de Antioquia hacemos pública nuestra expresión de indignación y enérgico rechazo por el arbitrario despido del periodista ALBERTO GONZÁLEZ MASCAROZF del cargo de Jefe del Departamento de Información y Prensa de la Universidad, como represalia por su manejo plural del pensamiento y las informaciones en los medios de comunicación universitarios. Dicha medida tomada por las directivas de la Universidad, en cabeza del Secretario General, LUQUEGI GIL NEIRA, con la anuencia del propio rector ALBERTO URIBE CORREA, y de quien al momento de la decisión fungía como vicerrector general encargado, JOHN JAIRO ARBOLEDA CÉSPEDES, es el reflejo manifiesto de la puesta en marcha de una política de censura de la opinión y coacción a la libertad de prensa, la misma que gana terreno peligrosamente en nuestra institución.
Como lo ha hecho saber el propio periodista GONZÁLEZ MASCAROZF en su “Carta abierta a la comunidad universitaria y a la opinión pública”, su despido obedeció a los desacuerdos de la administración universitaria frente a algunos de los contenidos que han circulado en el periódico ALMA MÁTER y en la Revista DEBATES, publicaciones que tenía a su cargo en calidad de editor. Su despido por parte de los funcionarios mencionados es la respuesta a su postura plural y democrática en el manejo de las temáticas y discusiones que deben caracterizar a la universidad pública como centro de pensamiento y de libre debate de las ideas.
Motivaciones y decisiones semejantes no pueden sino despertar el repudio de la comunidad universitaria, en la medida en que no sólo atentan contra la persona del periodista, sino contra las libertades de pensamiento, expresión y opinión que en nuestro espacio deben ejercer docentes, empleados y estudiantes, libertades que son la condición misma de la vida académica y sin las cuales, en sentido estricto, no puede haber Universidad.
Desde todo punto de vista es inaceptable que los medios de comunicación universitarios se conviertan en un ministerio de propaganda de la Administración, tal cual sucede en los regímenes autoritarios, cualquiera que sea su orientación ideológica. Es igualmente inaceptable que tanto la circulación de contenidos en tales medios como la permanencia del personal que los tiene a su cuidado, dependan del capricho de los funcionarios y de las actitudes soberbias que se solapan en las potestades reglamentarias y en el triste argumento del poder. Y decimos triste, además, porque no hay actitud más deplorable en un gobernante que rechazar, por una parte, los abusos de poder de los sectores que le son contrarios, mientras que incurre sin medida en tales abusos cuando se trata de asegurarse el poder que tiene entre manos, como es el caso de las directivas de la Universidad de Antioquia.
Hacemos un llamado a la comunidad universitaria y a la opinión pública en general a defender la pluralidad de opiniones en el Alma Máter, el libre ejercicio de la expresión en el ámbito de una institución que tiene la circulación amplia de las ideas como uno de los soportes de su espíritu filosófico.
Nuestra voz se dirige también a las directivas universitarias para que expliquen abiertamente los motivos de esta decisión, al igual que a aquellas que, con su silencio, se hicieron cómplices de dicha arbitrariedad. En este, como en muchos otros casos, la Universidad no puede quedar a merced de los eufemismos jurídicos y reglamentarios con los que ciertos funcionarios encubren el ejercicio de poderes omnímodos.
Por último, expresamos al periodista y colega ALBERTO GONZÁLEZ MASCAROZF nuestra solidaridad y respaldo, porque con su trabajo ha demostrado ser un profesional impecable en el desempeño de su labor.
Medellín, 4 de septiembre de 2012
