Estudiantes de posgrado de la Universidad Nacional de Colombia convocan una reunión para el martes 12 de febrero a las 10 am debido a la preocupación frente a los recortes de las becas mientras las directivas derrochan el presupuesto en lujos como sofás en cuero con plumas de ganso para la oficina del rector.
A continuación reporducimos el texto que circula en las redes sociales al respecto:
Recientemente una notificación que apareció en
la página de internet de la Vicerrectoría Académica de la Universidad
Nacional de Colombia, anunció a los estudiantes admitidos a los
programas de posgrado que la convocatoria a la beca "Estudiante
sobresaliente" (otorgada a quienes obtuvieron el mejor puntaje de
admisión en cada programa) no sería abierta. La notificación no viene
acompañada de ninguna justificación y, mucho menos, de una resolución o
acuerdo que la avale.
Es probable
que muchas de las personas que por su desempeño en la prueba de
admisión tienen derecho a esta beca piensen que ya no hay nada que
hacer, que la universidad puede tomar este tipo de medidas sin ofrecer
ninguna explicación y que es necesario, entonces, pagar y buscar un
trabajo fuera de la universidad, muy lejos de los privilegios de la
beca. Sin embargo, las directivas de nuestra universidad sí están
obligadas a dar las razones por las cuales la convocatoria no se abrió:
de no hacerlo estarían incurriendo en graves faltas por las cuales los
admitidos con los mejores puntajes podemos emprender acciones legales
contra la universidad.
En primer lugar, la decisión de no
abrir la convocatoria a una beca afecta un derecho de los estudiantes
estipulado en las normas de la universidad: para afectar un derecho, en
este caso derogarlo, las directivas deben hacerlo bajo la aprobación de
un comité o consejo y esto debe estar plenamente demostrado en un acto
administrativo. En segundo lugar, se está vulnerando el derecho a la
educación de los estudiantes admitidos, o que aspiran a serlo, pues para
muchos la beca, más que un estímulo o "premio", es la única opción para
continuar estudiando. Finalmente, se trata de un hecho que atenta
contra la calidad académica de la universidad pues muchos de los
estudiantes becarios suplen la preocupante carencia de docentes: si no
existiesen estas becas, las facultades se verían en la triste obligación
de contratar profesores de medio tiempo u ocasionales.
La
gran pregunta que queda tras todo ésto es: ¿qué es una universidad
pública con matrículas asombrosamente elevadas sin un programa de
becas?, ¿merece seguir llamándose pública?, ¿será que el dinero de
nuestras becas lo están derrochando en lujos innecesarios, como muebles
para la rectoría y demás, sobre los que actualmente se rumoran? No
podemos dejar pasar ésto, por tal razón, todos los estudiantes admitidos
al posgrado en el 2013-1, quienes aspiraban a la beca y quienes no, en
fin, todos los que se solidaricen con esta grave situación, están
invitados el próximo martes, 12 de febrero, a las 10 a.m. a una reunión
en la Plaza Che en aras de construir un comité de estudiantes de
posgrado en defensa del programa de becas.