El país se estremeció. Más 300 mil colombianos salieron a las calles, plazas y avenidas para alentar la paz con justicia social, la inclusión del movimiento popular en el proceso de diálogos, el cese bilateral del fuego y las reformas estructurales que reclaman hace décadas, salud, educación y techo fueron apenas algunas de las peticiones lanzadas por los ciudadanos en el marco de la semana de la indignación que convocó Marcha Patriótica, Congreso de los Pueblos y Comosoc.
Los campesinos, estudiantes, jóvenes, amas de casa, lideres sociales y populares de las principales ciudades del país y de las regiones más apartadas fueron, de nuevo, protagonistas de una jornada que brilló por irrestricto apoyo a la paz con justicia social. En toda Colombia la jornada fue catalogada como un éxito. Alberto Castilla, vocero político de Congreso de los Pueblos, señalo la inmensidad de la jornada “Para las organizaciones participantes y convocantes a la semana de la indignación es placentero poder entregar un balance muy positivo, pues se cumplió con lo propuesto desde el 4 de octubre hasta el 12. La sociedad colombiana se expresó frente a lo temas de la indignación. Los campamentos de la salud y la seguridad social, las manifestaciones de reclamo por un modelo de salud y educación, a demás de las movilizaciones nacionales en los campos colombianos son muestra de la acumulación de las indignaciones”.
El esfuerzo de las plataformas sociales se materializo en la semana de la indignación. “Es una muestra que la unidad del campo popular avanza entre las mujeres hombres, jóvenes, sectores campesino, indígenas, afros. Hemos logrado en un periodo corto avanzar en lo que muchos años no habíamos podido y si bien el modelo social colombiano impide la opinión del pueblo colombiano hoy asistimos a un pueblo que busca siempre cambiar esas lógicas” explicó Gustavo Alturo vocero de Comosoc. La semana de la indignación mantuvo unas maratónicas protestas que van desde las peticiones de pliegos locales hasta reivindicaciones sociales históricas como el derecho a la vivienda. Todas las peticiones atravesadas por la petición sentida del pueblo colombiano de ser protagonista de los vientos de paz que vive el país.
Y es que la paz con justicia social fue la consigna central de la iniciativa. Según David Flórez, vocero de Marcha patriótica, la jornada es un mensaje al Gobierno Santos, “La paz se discute con los sectores sociales y populares”. La indignidad fue trasmutada a dignidad en las calles, plazas y carreteras donde se agolparon los marchantes a dar un empuje de esperanza al país y no permitir que en la empresa de paz que se apresta a embarcarse Colombia, sean los más del país desechados. “no se puede hablar de paz mientras en el conjunto del país se apresta a protestar de manera justa y pacifica. Es un discurso incoherente, cuando los ciudadanos salen a las calles se presentaron represiones indiscriminadas por creer en la paz con justicia social” reiteró Flórez, quien hizo un llamado a seguir en la necesaria unidad de las luchas sociales y populares y persistir en la exigencia de habilitar al pueblo colombiano a interactuar en la mesa de paz próxima a instalarse en Oslo, Noruega entre la guerrilla de las FARC-EP y el Gobierno Nacional.
En total más de 300.000 hombres y mujeres se movilizaron en 25 departamentos, algunos de ellos como Putumayo, Guaviare y Huila continúan en paro y movilizaciones. Las jornadas estuvieron colmadas de ideas y propuestas así como de la arremetida de los Escuadrones Móviles Anti Disturbios (ESMAD) que cerraron con violencia indiscriminada y varias violaciones a los derechos fundamentales de los ciudadanos el día de la dignidad convocado para el 12 de octubre en el marco del Paro Nacional.
Así se concluye la semana de la indignación que apenas es el preámbulo para futuras movilizaciones que encarnan el clamor popular de la inmensa mayoría de colombianos.
Sin dignidad no hay paz.