Policía motorizada en la UN. Foto: Prensa Universidad
La vicerrectoría de sede de la Universidad Nacional de Colombia, Bogotá, decidió cerrar el campus este viernes 9 de noviembre por la actividad convocada por redes sociales denominada Aquelarre.
Desde horas de la mañana ya se conocía la decisión de no permitir la entrada desde las 3:00 pm al campus por parte de cualquier persona haga o no parte de la comunidad académica de la Universidad Nacional; esto para evitar situaciones de violencia derivados de la venta y consumo de bebidas alcohólicas y drogas durante la noche.
Hacia las 4:00 pm se decidió el desalojo por la presencia de cientos de personas con carpas, y a las 7 pm la vicerrectora de sede autorizó la entrada de la policía que se hizo efectiva hacia las 9 de la noche.
A pesar de una larga discusión en el Consejo de Sede en la que desde la representación estudiantil y profesoral se rechazó el operativo militar del 1 de noviembre evidenciando lo intútil de dicha acción, la vicerrectora de sede finalmente decidió que entrara la policía para desalojar a quienes se encontraban al interior del campus, que no eran más de 200 personas, una cantidad muy inferior a lo que hay en la plaza Che, la Playita y el Jaguar un viernes normal debido a que habían carpas en donde se podrían producir violaciones. Además habían rumores de presencia de jíbaros con armas de fuego y hacia las 8 ya habían varias personas desnudas corriendo por el campus.
Hacia las 4:00 pm se decidió el desalojo por la presencia de cientos de personas con carpas, y a las 7 pm la vicerrectora de sede autorizó la entrada de la policía que se hizo efectiva hacia las 9 de la noche.
A pesar de una larga discusión en el Consejo de Sede en la que desde la representación estudiantil y profesoral se rechazó el operativo militar del 1 de noviembre evidenciando lo intútil de dicha acción, la vicerrectora de sede finalmente decidió que entrara la policía para desalojar a quienes se encontraban al interior del campus, que no eran más de 200 personas, una cantidad muy inferior a lo que hay en la plaza Che, la Playita y el Jaguar un viernes normal debido a que habían carpas en donde se podrían producir violaciones. Además habían rumores de presencia de jíbaros con armas de fuego y hacia las 8 ya habían varias personas desnudas corriendo por el campus.
El operativo fue llevado a cabo por la policía metropolitana con unas 30 motos con la condición de no generar enfrentamientos ya que, como constató Prensa Universidad, la mayoría de las personas que no atendieron el llamado al desalojo eran estudiantes de la Universidad Nacional y el objetivo era parar la actividad. Sólo se presentó el lanzamiento de dos botellas a los uniformados dejando como saldo un policía levemente herido al que le cayó un pedazo de vidrio en la cara. Finalmente todos desocuparon el campus sin mayores inconvenientes.
Es de recordar que el Aquelarre es una actividad histórica no institucional anual creada hace varios años como un espacio estudiantil cultural y de expresión pero que con el tiempo fue transformándose en un día de consumo excesivo de drogas y alcohol a tal punto que llegó a haber casos de violación, atracos e incluso muertos por sobredosis por lo que tanto desde las diferentes administraciones como desde el movimiento estudiantil se ha buscado desestimular de diversas maneras por lo que ha perdido fuerza.
El pasado 2 de noviembre estaba citada inicialmente pero el día anterior se cerró el campus con un allanamiento por parte de cientos de policías el cual no encontró sino tres botellas de cerveza. La nueva convocatoria era para el viernes 9 de noviembre, con una situación de anormalidad académica con la mayoría de edificios bloqueados por el paro que adelantaban los trabajadores de la Universidad Nacional.
A pesar de quedar en evidencia que los operativos policiales no sirven para incautar drogas y mucho menos para capturar jíbaros y además la presencia de uniformados causa el rechazo generalizado por parte de la comunidad académica, la vicerrectoría está dispuesta a permitir la entrada de la fuerza pública todas las veces que considere necesario para evitar actividades como el Aquelarre o las peleas de boxeo que se presentan los viernes en la playita alentados por actores externos a la UN.
Prensa Universidad
Desde las aulas hacia Colombia
