Después de dos semanas de haberse pronunciado más de un millón de personas en Alemania en contra de las tasas de matriculación, se han suprimido las mismas en los dos últimos Länder alemanes donde todavía se pagaban. Todo un éxito contra el neoliberalismo, un éxito de las protestas llevadas a cabo durante años por cientos de miles de estudiantes.
La aplicación de la reforma de Bolonia, con su reestructuración neoliberal de las universidades, los recortes y la introducción de tasas de matriculación cada vez mayores han provocado, principalmente desde el 2008 hasta el 2011, un gran movimiento de protesta, en relación a los que tenemos en Alemania. Durante los días de acción, había más de un centenar de ciudades con huelgas de un día y manifestaciones con un máximo de 276.000 participantes. En noviembre de 2009, alrededor de un centenar de aulas universitarias fueron ocupadas durante semanas. En términos numéricos, la Bildungstreik (la "huelga de la educación") fue el movimiento de protesta más importante desde hacía muchos años.
A través de las protestas conseguimos hacer girar la opinión pública en relación a la reforma de Bolonia: incluso en los ámbitos de la política y la economía se han visto obligados a reaccionar ante las críticas contra el sistema educativo clasista de Bachelor y Master (licenciatura y maestría), la creciente discriminación social que supone y la presión derivada en aumento. Además, gracias a la lucha por un aumento del apoyo financiero a estudiantes con protestas en todo el país, el gobierno no se ha atrevido a recortar más en Educación. En definitiva, un gran éxito en tiempos de crisis.
Además de la reforma de Bolonia y una crítica más general a la reestructuración neoliberal del sistema educativo, las tasas de matriculación han sido el tema principal de las protestas. El sistema educativo en Alemania está organizado de una manera muy descentralizada: cada uno de los 16 Länder tiene sus propios ministerios, dinero y reglas. Entre la primera victoria estudiantil –la no introducción de tasas de matrícula en Hessen en 2008– y su abolición en los últimos dos estados restantes de la Baja Sajonia y Baviera en 2013 han pasado cinco años. Todos estos casos tienen en común un amplio apoyo a las protestas y el éxito de miles de estudiantes.
Pero no hay tiempo para descansar. Después de que la ministra de Educación debiera abandonar su cargo en febrero por haber falsificado su trabajo de doctorado, su sucesora, la conservadora Johanna Wanka, anunció que quiere reintroducir tasas por matriculación de aquí al 2017. Gracias al aumento de conciencia y confianza entre las y los estudiantes, sin embargo, el movimiento sabrá cómo pararlo.
Por: Paula Rauch. Activista de la organización estudiantil Die Linke.SDS y ha participado en la organización de las protestas estudiantiles durante los últimos años.
En: Lucha