Unos 24 mil 75 argentinos han aprendido a leer y escribir gracias al método cubano Yo, sí puedo, que se aplica en este país desde el 2003, destacó el pedagogo Guido Navarro, actual responsable de esta campaña alfabetizadora.
Participan en ella como asesores 15 educadores provenientes de Cuba que laboran en 54 municipios de 11 provincias, que apoyan el trabajo de 400 facilitadores argentinos, precisó a Prensa Latina Navarro, también profesor cubano.
Al actual ciclo iniciado el pasado marzo se incorporaron otras mil 574 personas, quienes reciben las clases en casas de familias, instituciones barriales, en escuelas, "y así se cumple la esencia del programa que es acercarlo a quien lo necesita", remarcó Navarro.
De esa cifra, ya se graduaron 105 que optaron por no acogerse a las vacaciones para poder avanzar y poder pasar entonces al sistema nacional de enseñanza, apuntó el docente cubano.
La campaña Yo, sí puedo la auspicia la Fundación Un Mundo Mejor es Posible, que dirige la activista social Claudia Camba, encargada también de coordinar la Operación Milagro en Argentina.
"Este programa tiene un impacto muy favorable en los que concluyen el plan alfabetizador", recalcó Navarro.
Son personas -explicó- que estuvieron marginadas en la sociedad y que tras aprender a leer y escribir se percatan que pueden entonces continuar sus estudios, muchos de superación técnica, y el aprendizaje en aras de su desarrollo educacional y cultural.
Los actos de graduación -describió- son de gran colorido y valor social, pues se pone de manifiesto el aumento de la autoestima de estas personas que ven ahora sus posibilidades de socialización y se sienten motivadas a seguir estudiando y superándose.
Navarro, quien radica en Córdoba como coordinar general del programa Yo, sí Puedo en Argentina, resaltó el trabajo de los facilitadores, "quienes laboran de forma voluntaria y aportan de su tiempo libre a esta justa iniciativa".
"A lo largo de los años de Yo, sí puedo en Argentina, si no hubiera sido por estas personas no hubiera sido posible implementar y desarrollar este programa", reconoció.
Por lo general hay un asesor cubano en cada una de las provincias, excepto en la norteña Chaco donde trabajan tres debido a la dispersión geográfica y el alto índice de analfabetismo.
"Estos son gestos solidarios que son difíciles de justipreciar en su justa dimensión por el alto valor de humanismo que encierran", refirió Carlos Maslowski, presidente del Comité de Amistad con Cuba en la provincia de Misiones, al describir esta iniciativa educacional.
Fuente: Kaos en la Red