El gobierno chileno entregará hoy a los líderes universitarios una propuesta de continuidad de diálogo que será respondida esta semana tras analizarse en asambleas de base del estudiantado.
La presidenta de la Confederación de Estudiantes de Chile (Confech), Camila Vallejo, enfatizó el pasado fin de semana que serán las bases las que decidan si es propicia la continuidad de una mesa de trabajo con el Ejecutivo.
Subrayó además que nunca se ha condicionado la movilización a las instancias de diálogo y estas no significan que se desarticule el movimiento social ni se deponga la protesta ciudadana.
Por su parte el líder estudiantil mapuche José Ancalao, quien asistió como parte de la directiva de Confech a la reunión con el presidente Sebastián Piñera en La Moneda el pasado sábado, comentó que hay lógica desconfianza en las bases universitarias que han aprendido de lecciones históricas como la Revolución Pinguina del 2006.
Dijo, no obstante, que el gobierno tiene una oportunidad histórica que sabe no puede dejar pasar, por lo que estarán atentos a sus propuestas.
En entrevista anoche con Chilevisión, el mandatario afirmó que su gobierno tiene coincidencias con nueve de los 12 puntos que contiene el petitorio estudiantil y admitió que hay discrepancias en relación con la demanda de fin del lucro y con el reclamo de gratuidad.
Con respecto al lucro apuntó que las diferencias son más semánticas que de fondo porque apoya que no se tolere ningún tipo de abuso, pero consideró que debe mantenerse el emprendimiento y la iniciativa privada en el sistema de enseñanza. En relación con el acceso universal gratuito a las casas de estudio, Piñera señaló que su administración es partidaria de satisfacer esa demanda en el 40 por ciento de las familias más pobres a través de becas.
Avezados analistas sostienen que difícilmente La Moneda tenga respuesta satisfactoria para las demandas del mundo social que exige desmantelar la concepción de mercado en la educación.
No lo hará sobre todo, coinciden, porque como gobierno de matriz empresarial está en el poder para cautelar los intereses de la derecha económica.
Prensa Latina
