Plaza de Bolívar a las 2:40 pm. Foto: Prensa Universidad
El día de ayer, 7 de septiembre se llevó a cabo en Bogotá y en la mayoría del territorio nacional una masiva jornada de protesta contra la nueva ley de educación superior y en defensa del régimen especial de salud de los docentes colombianos.
A pesar de que el magisterio fue el que convocó en un primer momento la protesta, los grandes protagonistas fueron los estudiantes en cumplimiento de la primera gran jornada nacional contra el modelo mercantilista de la universidad, profundizado en la nueva ley de educación superior aun en proceso de ser radicado en el Congreso de la República ya que el gobierno nacional le quitó el concepto de “ánimo de lucro” y necesita ajustarlo para que en la práctica se mantenga ya que no se resuelve el grave déficit presupuestal de las públicas y sí genera ganancias a privados a costa de un derecho fundamental consagrado en la constitución.
En Bogotá hicieron presencia por lo menos 40.000 personas, convirtiéndose en la movilización del sector educativo más grande en varios años en la capital. Hacía mucho no se quedaba pequeña la plaza de Bolívar para albergar a tantos profesores de colegio y estudiantes de prácticamente todas las universidades públicas y privadas de la capital, así como del SENA y secundaristas.
En horas de la mañana, desde varios puntos de la ciudad se fueron concentrando los manifestantes que de diversas maneras expresaron su rechazo al modelo mercantilista de la educación por medio de cánticos, consignas, expresiones culturales, musicales y teatrales hasta arribar el último grupo (la ESAP) a la plaza de Bolivar hacia las 2:30 de la tarde luego de una fugaz lluvia que no espantó a la gran mayoría de estudiantes.
En el cierre se dieron discursos de varios sectores sociales y se presentaron marginales escaramuzas con el ESMAD, los cuales fueron magnificados por los grandes medios, ocultando las verdaderas razones de la movilización y poniendo en primer plano, como siempre, a la policía, a las “autoridades” y a los periodistas guerreristas que se lanzan en violentos pronunciamientos pidiendo más represión pero no opinan en absoluto de la educación como un derecho fundamental para sacar del grave conflicto social y armado que desde hace más de seis décadas vive Colombia. Ejemplo de ello fue Francisco Santos pidiendo más armas no letales (¿no les basta con las sanguinarias granadas de fragmentación llamadas aturdidoras?) para el escuadrón antidisturbios.
La sensación final entre los manifestantes fue la del deber cumplido con la defensa de la educación pública y la necesidad de seguir preparando, cada vez más fuerte, el paro nacional universitario que barra de una vez por todas con el modelo neoliberal imperante desde la ley 30 de 1992 aun vigente.
7 de septiembre parte I, (U. Centro)
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7de septiembre Parte II
Nota: Consolidando Información y registros fotográficos
Prensa Universidad (Prensa Estudiantil)
Desde las aulas hacia Colombia