Ponemos a disposición de nuestros lectores el comunicado de los estudiantes colombianos en México, acerca de la situación por la que atraviesa el estudiantado colombiano.
PROCLAMA DE ESTUDIANTES COLOMBIANOS EN MEXICO
Todos por la lucha por una educación pública, de alta calidad, para las mayorías y al servicio del pueblo colombiano.
Queridos compañeros estudiantes colombianos y Mesa Amplia Nacional.
Con el mayor entusiasmo, interés y alegría que despiertan las masivas expresiones de rechazo que ustedes han venido adelantando ante las “nuevas” pretensiones del Ministerio de Educación de profundizar la privatización de la educación superior, enviamos desde México nuestro saludo fraterno, solidario y siempre incondicional.
Su ejemplo de persistencia y lucha, tanto en la comprensión más honda de sus implicaciones, como en la organización y movilización masiva, nos anima y llama a unir a ustedes nuestra voz de protesta y estímulo.
La mayoría de quienes abajo firmamos somos hijos de la Universidad Pública y aquí en el extranjero continuamos adscritos a ella. En busca de horizontes para continuar nuestras carreras académicas, emigramos a otras latitudes ya que, cada vez más, la educación pública en Colombia ofrece menos posibilidades tanto para estudios de pregrado como de posgrado, y porque las pocas becas para estudios en el país o en el exterior son limitadas.
Todo ello es, ni más ni menos, la expresión del perverso círculo vicioso que resulta de las desigualdades en el acceso a la Educación Pública, del preocupante desmejoramiento de la financiación y calidad de la educación pública superior y posgraduada, de la profundización de la economía de mercado en la educación superior y de la asignación de becas y ayudas financieras para algunos pocos privilegiados egresados de universidades privadas.
Es evidente, apreciados compañeros, que la movilización contra la reforma del sistema educativo van mucho más allá de la educación misma, como bien lo ha expresado una pancarta de los compañeros de la Universidad Nacional “5 años estudiando… y 15 pagando?”.
Su lucha, compañeros, es la misma nuestra. Estamos en la misma lucha!!!
Como estudiantes colombianos en el exterior podemos conocer de primera mano lo que pueden lograr países y sociedades que invierten en la educación pública autónoma para las mayorías, científica y al servicio de las necesidades nacionales, un ejemplo claro de ello, es la Universidad Nacional Autónoma de México-UNAM. En contraste, prevemos cómo será el futuro de la educación pública colombiana, de aprobarse una Reforma que a todas luces ahonda la influencia de la lógica de la ganancia y la acumulación, ya no sólo en la esfera productiva, sino en la de la formación de la fuerza de trabajo calificada, desconociendo la filosofía de una Universidad, la cual es la academia y la investigación.
Por todo ello y a tono con las consignas que oímos de Ustedes, desde la distancia alzamos nuestra voz de protesta e indignación contra el actual proyecto de Reforma a la Ley 30 de 1992, que pretende entregar la educación superior a manos de toda suerte de “inversionistas privados”; y exigimos, al Estado colombiano, el inmediato retiro de una propuesta que, además de entregar el sistema público al capital, vulnera, constriñe y desdibuja la autonomía universitaria, desfinancia la investigación, condena las ciencias sociales y humanas, compromete aún más la calidad de la educación superior y entrega dóciles estudiantes a manos de las entidades financieras, como única alternativa para estudiar una carrera o un posgrado.
Desde las facultades, los institutos de investigación y los campus que ahora nos albergan como estudiantes en México, levantamos solidaria y fraternal nuestra voz de estudiantes en contra de la reforma propuesta por el Ministerio de Educación. Exigimos una reforma, a favor del país y a la comunidad educativa, en verdad fortalezca la inversión pública y la calidad de sus diversos programas de pre y posgrado, propicie la inclusión de los sectores menos favorecidos sin sacrificar la calidad de su formación o la estabilidad económica de sus familias y aboque los aspectos inherentes al desarrollo de la ciencia, la tecnología, humanidades, cultura y deportes, en un país donde la educación debe convertirse en una posibilidad de reducir las inequidades, antes de aumentarlas.
Rechazamos enfáticamente cualquier pretensión de profundizar la racionalidad del mercado y la acumulación, en el sistema de educación superior en Colombia. Apoyamos la protesta pacífica basada en ideas y argumentos y rechazamos la estigmatización de las manifestaciones estudiantes como acciones terroristas. En tono enérgico, exigimos también, la construcción de una propuesta alternativa que incorpore los debates y reflexiones que desde las bases se han venido dando, de forma inteligente y democrática, en las universidades públicas colombianas; y que se respete el disenso, la libertad democrática para la movilización y el derecho a la protesta.
Desde diferentes latitudes alzamos la voz para exigir una educación superior, para las mayorías de los colombianos, que tenga como horizonte su relevancia e interés por los problemas nacionales, especialmente por aquellos que aquejan al pueblo colombiano y no al capital privado.
Creemos firmemente que el desarrollo de un país se sustenta en la inversión pública de la educación, ciencia y tecnología, tiendo como actor fundamental a la universidad en la construcción del Estado.
Estudiantes Colombianos en México
Ciudad de México, Octubre de 2011.