En concreto, la diferencia entre gastos e ingresos corrientes fue de 149 euros por estudiante en la escuela concertada y de 414 euros en los centros privados.La Administración Pública subvencionó el 75,7% de los gastos corrientes de los centros concertados, que acogieron al 80,8% del alumnado del sector. De ellos, un 69,3% acudió a centros religiosos, que en general presentan un índice de gastos e ingresos inferior al de los centros laicos.
Otro dato relevante de esta encuesta se refiere a la financiación pública a la escuela privada, que supuso un 10,5% de sus ingresos totales entre 2009 y 2010. En dicho curso sus beneficios cayeron un 12,6% respecto al 2004-2005 (último del que el INE ofreció este tipo de información).
La concertada mejoró en cambio sus resultados en un 1%, destaca el INE, y el conjunto del sector de la enseñanza privada y concertada ganó 674 millones de euros (491 la no universitaria) en 2009-2010, lo que supone un aumento del 13,1% respecto al curso 2004-2005.
Reparto del gasto
Durante este período, las familias españolas invirtieron 1.541 euros por hijo matriculado en escuelas y colegios privados o concertados, y un total de 4.718 euros por cada estudiante en la universidad privada.
Esto representa un 37,6% de la financiación total del sector, que durante dicho curso recibió ingresos por valor de 10.038 millones de euros.
Con todo, el grueso de esta financiación (un 58,8%) correspondió a transferencias de las administraciones públicas, mientras que el 3,6% restante procedió de donaciones y otras aportaciones privadas.
Por comunidades autónomas, País Vasco y Navarra fueron las que más dinero aportaron a sus centros privados, con subvenciones de 3.913 y 3.269 euros por alumno, respectivamente.
La menor financiación se dio en cambio en la Comunidad de Madrid (1.787 euros por estudiante), donde las familias pagan la cuota más elevada por este concepto (2.500 euros).
A escala nacional, las subvenciones públicas aportaron una media de 2.411 euros por estudiante, un 29,8% más que en el curso 2004-2005.
En: Kaos en la red