“Somos muy pequeños, pero representamos un gran riesgo para el sistema neoliberal, y por eso nos atacan tan fuertemente”, explica a Desinformémonos Beatriz Amézquita, académica e integrante de la Asamblea Universitaria de la UACM.
La huelga en la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM) se debe a que la rectoría recurrió a un fraude electoral para el nombramiento del tercer Consejo Universitario, acción mediante la que Esther Orozco, actual rectora, pretende perpetuarse en el poder. Pero, más allá de eso, explica a Desinformémonos Beatriz Amézquita, profesora de esta casa de estudios, el conflicto de la UACM se inscribe en un largo litigio con las autoridades de la universidad, “nos dimos cuenta que atrás de la rectoría hay un poder más grande que no está de acuerdo con el proyecto estudiantil y que se opone a nuestra autonomía”.
El conflicto actual estalló el pasado 28 de agosto, cuando la rectoría de la UACM –ubicada en el plantel Del Valle– fue tomada por alumnos que exigían el reconocimiento de ocho consejeros universitarios electos, a quienes el Colegio Electoral universitario negó el nombramiento.
Luego de no tener respuesta positiva a sus exigencias de diálogo, estudiantes de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México tomaron los planteles del Centro Histórico, San Lorenzo Tezonco y Del Valle en demanda de que se instale el tercer Consejo Universitario, tal como la comunidad de esta casa de estudios lo decidió en las urnas. El plantel de Cuauhtepec fue retomado por opositores al paro el lunes 3 de septiembre, mismo día en que habían sido ocupadas las instalaciones.
En total, suman tres los planteles ocupados y son casi diez mil los estudiantes afectados por el paro. Los paristas explican que buscan una solución pacífica al conflicto y que su intención no es perjudicar a la universidad que tiene una comunidad estudiantil de 10 mil alumnos, pero su condición sin ecua non para levantar la huelga es que se respete la decisión reflejada en las elecciones del pasado 14 de agosto, y que se instale de inmediato el Consejo Universitario legalmente electo.
Beatriz Amézquita afirma que, a pesar de la clara victoria de los candidatos presentados por la Asamblea y de la aprobación del Consejo Electoral, “fueron ocho candidaturas las que se quitaron sin que conozcamos las impugnaciones”. Ocho, es el número exacto de escaños que faltaban a Esther Orozco para obtener la mayoría.
Cinco de los consejeros destituidos son estudiantes, lo que explica la creación de una Asamblea Estudiantil de Huelga y que el movimiento no sea considerado una huelga laboral de los empleados, sino un paro estudiantil.
La completa gratuidad de la escuela y la ausencia de examen de admisión son contrarias, de acuerdo con la académica, al sistema educativo neoliberal defendido por la rectora: “Somos muy pequeños pero presentamos un gran riesgo para el sistema neoliberal, y por eso nos atacan tan fuertemente”.
La Universidad Autónoma de la Ciudad de México nació hace 11 años, en el 2001, como un proyecto educativo libre que permite la integración de los alumnos de preparatoria que son rechazados de los exámenes del Centro Nacional de Evaluación (CENEVAL). Seleccionados por sorteo, los 13 mil estudiantes de la UACM no están sometidos a un reglamento general de pagos, ni tienen que pagar cuotas. Gestionada por un Consejo Universitario electo por estudiantes, académicos y personal, la escuela forma estudiantes calificados tanto en humanidades como en ciencias y tecnología.
Doctora en Biología con alto reconocimiento académico, Esther Orozco fue parte del Consejo Asesor, órgano fundador de la casa de estudios y gozaba de una fuerte credibilidad antes de ganar las elecciones a la rectoría. Debido a una serie de publicaciones negativas sobre el desempeño académico de sus estudiantes, pagadas con fondos de la misma universidad, y, sobre todo, por querer prolongar cuatro años la duración de su mandato, Orozco se granjeó el rechazo de gran parte de la comunidad de la UACM. Los numerosos inconformes se organizaron en una asamblea que refleja el hastío de los estudiantes, maestros y personal.
La profesora Amézquita subraya que la comunidad de la UACM se enfrenta a la negatividad de Esther Orozco que, ante el ultimátum de los estudiantes se fue de viaje a Chihuahua, lo que provocó que se decidiera ocupar de los planteles del Centro Histórico, de San Lorenzo Tezonco y Del Valle.
Preocupada por la formación y la seguridad de sus alumnos, la docente concluye que “urge instaurar el diálogo para que el paro no dure mucho”, pues ya empezaron los hostigamientos en contra de los estudiantes y los ataques laborales.
Por: ARTHUR LOROT
En: Desinformémonos