Después de una hora y media de espera, se da inicio al espacio planteado por la Mesa Amplia de la Universidad Nacional – MAUN – sin la presencia de las directivas convocadas, invitadas y confirmadas para dar las discusiones; se inicia teniendo como principal sentimiento por parte de dos de los tres estamentos (estudiantes y trabajadores), la indignación ante el incumplimiento por parte del Rector, Vicerrector de Sede y Gerente general de la UN, cuyos argumentos esgrimidos fueron la preponderancia de otras reuniones frente al debate con la comunidad universitaria, la no institucionalidad del espacio o simplemente la ausencia de ellos al no responder el teléfono.
Frente a los puntos propuestos para el desarrollo de la asamblea, se inicia por parte de los compañeros representantes ante el consejo académico, dando un breve informe del estado financiero de la universidad, de lo cual se tiene que el presupuesto general – es decir todas y cada una de las cuentas bancarias que maneja la UN – se encuentran embargadas por parte de la Fundación San Carlos, fundación con la cual se firmó el convenio docente asistencial desde hace ya más de cuatro años, mediante el cual los estudiantes de la facultad de Medicina, en especial los de la carrera de medicina, iban a poder tener sus prácticas clínicas en las instalaciones de dicha fundación, la cual hoy en día se encuentra en banca rota e ilíquida debido al desangre que el actual régimen de salud donde los únicos que ganan son las Empresas Prestadoras de Salud EPS, por un lado; y por otro, a la desidia del gobierno por generar estrategias reales que saquen del problema a este sector. El embargo realizado por la Fundación en mención se da gracias al tipo de contrato que se tenía entre las dos entidades, “convenio join venture” en el cual ambas partes van a riesgos por igual, en donde a la universidad le toca responder por $80’000.000; sin embargo a rozón del convenio y en búsqueda de una cancelación de lo adeudado, la fundación decide demandar el presupuesto de la universidad. Por otro lado y en detrimento del presupuesto, se pretende realizar una mejora estética de la rectoría, arreglo que costará cerca de $200’000.000; además de la inversión de otra mejora para los gustos del rector, la adquisición de una nueva camioneta blindada con un costo de $150’000.000, costos que serán cubiertos por el presupuesto del 2013 ya que de los $16.000 millones que necesita semestralmente la UN para su funcionamiento, el gobierno no ha girado su parte ($10.000 millones) y la UN ya se gastó lo restante ($6.000 millones).
Como segundo punto y en el marco de las conclusiones del Consejo Regional de Educación Superior, Colombia registra como el peor país en Latinoamérica en términos de gobierno universitario, demostrado además por la ilegitimidad que tienen los Claustros y Colegiaturas, espacios donde se ha de suponer se definen por parte de la comunidad universitaria los lineamientos rectores de la UN a nivel nacional, espacios en los cuales no se participa debido a que históricamente se ha visto que las discusiones y propuestas que salen de estos debates no son tenidas en cuenta en los Consejos Académico y Superior Universitario donde se aprueba el Plan Global de Desarrollo (PGD), plan acordado a espaldas de la comunidad entre las directivas y el gobierno representado por el Ministerio de Educación Superior, desconociendo las necesidades reales de la UN; razón por la cual la sede de Bogotá decide no participar en las colegiaturas inter-sedes y por parte de las demás sedes (al menos por parte del estamento estudiantil) se decide llegar al espacio con una serie de exigencias, dentro de las cuales está el prolongar el proceso de colegiaturas, cancelar los consejos extraordinarios de definición del PGD y sentarse a construir desde los insumos locales un verdadero plan acorde con las necesidades actuales del los campus y en pro de una UN para la sociedad y no para los intereses del mercado, como se ha visto al menos desde la última década.
Por último los compañeros trabajadores socializan sus problemáticas actuales, las cuales pasan por una pauperización de los salarios, de las pensiones y de la dignidad como trabajadores el estado, lo cual los lleva muchas veces a trabajar más de 30 años y tener como pensión $600.000. Y es justamente frente a esta situación puntual que el rector les tiene como propuesta el aumento salarial gradual de hoy a quince años, es decir, los compañero o compañeras que estén a portas de pensionarse deberán quedarse otros 15 años para tener una bonificación medianamente digna por sus casi 45 años de servicio a la institución; ahora bien la pregunta que nos debe inquietar es, a los cuantos años van a poder realizar esto… a los 70?, a los 80?, o tal vez desde las tumbas? No es justo que mientras unos subsisten con las uñas, otros derrochen como es el caso anteriormente expuesto de la renovación del carro del rector o de la adecuación estética de la oficina – será que en cada uno de los cargos ocupados por el señor Ignacio Mantilla se realizaron los mismos cambios a causa de sus caprichos de niño consentido?
Tampoco es justo que a raíz de esto no se tenga un real bienestar universitario, ni un Hospital universitario, ni un presupuesto para terminar las labores del presente año. Por ello y de manera solidaria con los trabajadores, los estudiantes entramos en apoyo constante al paro que se viene realizando desde el pasado 1 de noviembre en la sede de Bogotá por parte de ellos, para lo cual se plantea generar un gran golpe de opinión para lo próxima semana y apoyar las actividades que desde ellos se hayan planteado para esta semana, empezando con un abrazatón al campus antes de salir en marcha hacia la Plaza de Bolívar en el marco de la victoria que el movimiento estudiantil tuvo ante el gobierno de turno y el modelo neoliberal al derrotar la propuesta de ley para la educación superior, victoria que hoy engrandece las banderas de la Mesa Amplia Nacional Estudiantil – MANE.
Como conclusión se genera una citación a un próximo espacio de discusión de rendición de cuentas para el día martes 13 de noviembre en el León de Geiff, esperando que las directivas que se invitaron y confirmaron para este cumplan y le den la cara a la comunidad universitaria que desde hace más de 5 años no ha tenido un diálogo directo con ellas, a quienes les tiene una serie de cuestionamientos y espera ansiosa respuestas a ellos.
Prensa Universidad
Desde las aulas, hacia Colombia
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