Lugar: Centro Cultural Gabriel Betancour de la Universidad Pedagógica Nacional.
10 de octubre de 2012, 2:00 pm
Semana de la indignación
El inicio
de los diálogos de paz entre la insurgencia y el gobierno de Juan Manuel Santos
son el resultado de una exigencia histórica del conjunto de la sociedad
colombiana en el ánimo de buscar fin al conflicto político, social y armado que
ha dejado centenares de muertos en todo el territorio nacional. Es de reconocer
que la voluntad que se expresa hoy en la mesa de negociación no se habría
logrado en los ocho años de represión que se vivieron durante el gobierno de
Uribe, sin embargo hay que ver con ojos críticos el proceso que se inicia, dado
que las condiciones para pasar de una situación de conflicto a una transición
hacia el postconflicto no son suficientes, puesto que las décadas de desangre
que ha vivido Colombia no se solventan con la sola concertación de algunos
actores del conflicto. Por esta razón, es inadmisible que la construcción de paz se
encuentre solo en manos del gobierno y los actores armados legales e ilegales,
cuando debe ser un proceso en donde los diversos actores sociales y el pueblo
en su conjunto tengan una participación real, donde se escuchen y se tengan en
cuentan las múltiples soluciones que han venido construyendo desde sus procesos
y espacios propios, los cuales no son ajenos a la realidad que vivimos en la
ciudad.
Para
la
construcción de paz con justicia social, es preciso reconocer las causas
y
consecuencias reales que la guerra y las dinámicas actuales de
acumulación
capitalista han generado en nuestros territorios. Esto pasa también por
entender que la violencia tiene múltiples expresiones, y que estas
implican no solo la agresión física que se puede ejercer sobre
una persona o una comunidad especifica, sino también la falta de
condiciones dignas para vivir, las cuales
propician un ambiente hostil, y entiéndase por ambiente hostil aquel en
el cual
se viven situaciones de pobreza extrema, educación y salud precarias, de
derechos insatisfechos, y la falta de
credibilidad en un gobierno que le incumple al pueblo.
La paz como una necesidad imperativa,
se corresponde a la solución efectiva de las condiciones de pobreza,
pauperización y desigualdad a las que el pueblo colombiano ha estado sometido
por décadas. La PAZ la entendemos como una construcción colectiva, desde la
participación, la organización y la movilización de todos los sectores que han
vivido el recrudecimiento de la guerra por años. La construcción de la misma,
pasa por cuestionar el modelo de desarrollo que buscan seguir profundizando las
locomotoras de la prosperidad; pasa también por pensarse el empoderamiento de
todos los actores en materia de exigibilidad de sus derechos, por exigir y
disputar al Estado todo lo que ha expropiado para beneficio de otros. La Paz en
últimas, sólo se logrará cuando alcancemos un nuevo modelo de país, un modelo
de sociedad en el que se pueda vivir dignamente.
La
esperanza que ha logrado sembrar la movilización social en el último periodo
ante todo el pueblo colombiano, es el producto de años de represión,
estigmatización, zozobra y muerte y por eso las acciones unitarias que impulsan
la Marcha Patriótica, el Congreso de los Pueblos, la Mesa Amplia Nacional
Estudiantil, entre otros procesos políticos, agrupados en la Coordinación
Nacional de Movimientos y Organizaciones Sociales y Políticas de Colombia, son
la posibilidad que el pueblo tiene para exigir sus derechos y además construir
alternativas para un nuevo país.
Como
estudiantes seguimos tomando posición frente a las realidades de nuestro país y
hemos demostrado tomar partido para transformarlas impulsando acciones que
permitan evidenciar nuestra indignación frente a las mismas. Por eso entendemos
que el caminar hacia una auténtica paz encuentra correspondencia con la lucha
que damos en la MANE, en donde exigimos menos plata para la guerra, mayor
calidad educativa, respeto a las libertades democráticas, en últimas una nueva
educación para un país con soberanía, democracia y paz. En consecuencia,
consideramos necesario abrir espacios para dialogar entre los sectores que
consideramos la paz como una bandera del pueblo para intercambiar nuestras
ideas respecto a cómo buscamos alcanzar la paz con justicia social.
Por eso
estamos convocando a participar en el foro Educación para la Paz con Justicia
Social el día miércoles 10 de octubre, en el marco de la Jornada Nacional de
Indignación, que se realizará en el Centro Cultural Gabriel Betancour de la Universidad Pedagógica Nacional. Esto
con el fin de avanzar hacia una lectura global de cómo conciben los distintos
invitados la paz.
Segurxs de
que los esfuerzos de unidad expresados hoy por los movimientos sociales y
populares colombianos nos llevarán a forjar una paz auténtica y duradera,
esperamos su asistencia a este espacio...
Mandatamos país para la vida digna
Nos movilizamos por paz con justicia
social.
RED ESTUDIANTIL DISTRITAL REVUELTA
PROCESO NACIONAL IDENTIDAD ESTUDIANTIL
CONGRESO DE LOS PUEBLOS