En concordancia con los resultados a que arribara la Unidad de Manejo del Sistema de Evaluación Forestal sobre Pérdida de Bosque Nativo en el Norte de Argentina correspondiente a Diciembre 2007 – Octubre 2008 , un grupo de investigadores de la Facultad de Ciencias Forestales de la Universidad Nacional de Santiago del Estero advierten sobre el proceso de desertificacíón y estudian desde 1975 a la fecha la extensa zona denominada Chaco argentino o región neotropical, formada por Santiago del Estero, este de Salta y este de Tucumán, y llega, en su límite inferior, hasta La Rioja y Catamarca.
Según el responsable de la investigación, el Ingeniero Forestal Pedro Boleta, desde aproximadamente 1970, en el Chaco seco argentino hubo sobreexplotación del bosque, como consecuencia de la práctica indiscriminada de desmonte y de la tala rasa con topadoras. Esto provocó alteraciones irreversibles en el suelo. Entre esas alteraciones está la desertificación de lo que antes fueran tierras fértiles. La desertificación es la degradación de la tierra en regiones áridas, semiáridas y subhúmedas secas, resultante de diversos factores, incluso variaciones climáticas y actividades humanas. Ésta es la definición internacional del fenómeno de la desertificación establecida por la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación, aprobada en París, el 17 de Junio de 1994 (fecha conmemorada desde entonces como día internacional de lucha contra la desertificación).
Los investigadores santiagueños documentaron su trabajo con fotografías de las diferentes degradaciones que sufre el ecosistema. Los efectos de la degradación tienen su causa en la acción humana no conservacionista que realiza talas y desmontes de extensas zonas y acrecientan el riesgo climático de la desertificación.
El área estudiada está incluida en la región neotropical, conformada por varias provincias: casi la totalidad de Santiago del Estero, este de Salta y este de Tucumán, y llega, en su límite inferior, hasta La Rioja y Catamarca. El estudio se realiza en una porción de este gran distrito fitogeográfico, circunscripto a la superficie ocupada por el departamento Moreno, en la provincia de Santiago del Estero. Se consideran, además, localidades vecinas de los departamentos colindantes y algunas limítrofes de las provincias del Chaco, Santa Fe y Tucumán. Esta área tiene un clima subhúmedo seco y semiárido que se caracteriza por tener un fuerte déficit hídrico debido a las escasas o nulas precipitaciones y una fuerte demanda hídrica de la atmósfera por las altas temperaturas, que agrava aún más la situación ambiental.
En este tipo de climas la eliminación de la cobertura vegetal con topadoras que perturban la estructura del suelo es uno de los principales factores que activan la desertificación. En general, hasta hace poco tiempo, el laboreo del suelo desmontado para cultivos anuales se realizaba mediante el uso de maquinaria y tecnología empleadas en la Pampa húmeda, lo que provocaba la remoción del suelo, alterando su estructura y quedando expuesto a los fuertes vientos, calientes y desecantes de fines de invierno y comienzos de primavera. Esta situación provocaba la erosión eólica en las ‘tormentas de tierra’”. Por otra parte, entre los factores que favorecen el fenómeno de la desertificación, el investigador señaló que, en los últimos tiempos, comenzó a incrementarse la siembra directa que aunque atenúa el daño, sigue siendo dañina.
Por su parte, la Unidad de Manejo del Sistema de Evaluación Forestal en su Informe sobre Pérdida de Bosque Nativo en el Norte de Argentina correspondiente a Diciembre 2007 – Octubre 2008 , pone en evidencia la existencia de deforestación en el período comprendido entre la sanción de la Ley Nº 26.331 de Presupuestos Mínimos de Protección Ambiental de los Bosques Nativos y el presente, a pesar de la prohibición de desmontes estipulada en el Artículo 8 de dicha ley.
Dentro del área de estudio una superficie de aproximadamente 136.000 ha corresponde a desmontes realizados en el período de prohibición.
En las provincias de Salta y Jujuy, las áreas desmontadas corresponden a la transición entre las regiones Parque Chaqueño y Selva Tucumano Boliviana, ocupando principalmente el pedemonte. En las provincias de Santiago del Estero y Chaco, la deforestación se localiza en el límite entre ambas que históricamente ha presentado unuso tradicionalmente agrícola. A su vez, hacia el centro de la provincia de Santiago del Estero se evidencian áreas deforestadas principalmente para uso ganadero debido a las restricciones hídricas en esta zona. Asimismo, el mismo patrón se observa en la zona del Impenetrable en la provincia del Chaco donde las condiciones climáticas tampoco son propicias para la agricultura.
Sostiene que el área de estudio presentó en los últimos 10años los registros de deforestación más importantes del país. Este hecho se evidencia a partir de los datos de los períodos 1998-2002 y 2002-2006 que corresponden al monitoreo de bosque nativo que realiza cada cuatro años la Unidad de Manejo del Sistema de Evaluación Forestal (UMSEF) dependiente de la Dirección de Bosques de la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación Argentina .
Asimismo destaca una tendencia en la pérdida de bosque nativo debida al aumento de la deforestación. En este sentido, la superficie de bosque disminuyó entre 1998 y 2002 y aún con mayor intensidad entre los años 2002 y 2006. Luego, en el período previo a la sanción de la Ley Nº 26.331, el proceso de deforestación se intensificó notablemente y por último, a pesar de la sanción de la misma, se registraron desmontes. Es decir, que si bien en el período 2007-2008 disminuyó la intensidad de la deforestación en relación al período anterior, dicho proceso no dejó de ocurrir y superó el valor correspondiente al período 1998-2002.
Agrega que en las provincias analizadas los procesos de pérdida de superficie de bosque fueron causados principalmente por el avance de la frontera agropecuaria. Las imágenes satelitales ponen de manifiesto la existencia de nuevos cultivos, que en varias oportunidades corresponden a soja. En este análisis también se consideraron como áreas deforestadas a aquellas donde se producen técnicas de desarbustado o desbarejado dado que estos sitios pierden su funcionamiento como ecosistema de bosque al no tenerse en cuenta la regeneración del mismo entre otros factores. Desde COPENOA expresamos nuestra preocupación por esta situación de desertificación que se acelera a pasos agigantados y pone en peligro la vida tanto de seres humanos como la de todo el ecosistema de la región sin que las autoridades responsables se hagan cargo de sus obligaciones al respecto y cesen con el avance criminal de desmontes.
Fuente: Argenpress